Por el momento, Carlos Alcaraz no podrá buscar su tercer Grand Slam. Deberá esperar, al menos, hasta la temporada de tierra batida para intentar prolongar la hazaña después de caer en los cuartos de final del Open de Australia ante Alexander Zverev. El alemán, que llegaba al primer 'major' de la temporada después de alzarse con el título de la novedosa United Cup (una competición mixta que se lleva a cabo durante la primera semana del año), prolonga su buen estado de forma a costa de un partido que dominó casi en su totalidad.
Alcaraz no fue apenas rival para Zverev. El tenista número 6 del mundo (y también sexta cabeza de serie en este torneo) superó al español en casi todos los sentidos, exceptuando los dos últimos sets en los que 'Charly' mostró algo más de contundencia y solidez en la pista. El germano superó al español en cuatro mangas (1-6; 3-6; 7-6; 4-6) y en algo más de tres horas de juego que evidencian el buen arranque de temporada del alemán y una imagen atípica de Alcaraz, quien intentó darle la vuelta a la situación sin éxito alguno.
Excelencia de Zverev sobre la Rod Laver Arena en las dos primeras mangas
Esta vez, la diosa de la victoria sonrió en su contra. Es algo a lo que Alcaraz no tiene acostumbrado a los aficionados que consumen tenis, pero se trata de una de las alternativas en el mundo del deporte: a veces se gana y otras pierden. Aunque, de cierta manera, lo que más llama la atención siempre es la forma en la que se da ese porvenir. En este contexto, la imagen de Alcaraz durante todo el encuentro ha sido muy inferior a la que ha mantenido Zverev en su totalidad: sólido, contundente y seguro delante y detrás de la pista.
Apenas 28 minutos necesitó el alemán hacer hacer suya la primera manga del encuentro. Alcaraz mostró una gris imagen, contraria a la consolidada durante sus últimos encuentros en las pistas australianas, en el primer set. El tenista de El Palmar se vio totalmente superado por un Zverev que lo hizo todo bien. Las estadísticas lo avalan: 86% de puntos ganados con el primer juego, dos posibilidades de break convertidas con éxito, siete golpes ganadores frente a los once errores no forzados del español, etc. Mucho tenía que mejorar Alcaraz para darle la vuelta al partido.
No obstante, la tendencia monopolística de Zverev se vio alterada durante el segundo set, el mismo que arrancaba con Alcaraz cerrando un juego al servicio, mostrando algo más de soltura que en el único conseguido durante todo el primer tramo del encuentro. Efectivamente, el español mejoraba y, al menos, empezaba a tutear a Zverev con su juego. Al menos hasta el séptimo turno, instante en el que el alemán, después de desaprovechar Alcaraz dos bolas de break en el juego anterior, volvió a imponer su ley. Y tras ello llegó la sentencia del segundo set con una nueva rotura del germano.
Alcaraz se recuperó en el tercer set, pero Zverev resolvió en el cuarto
La tercera manga trazaría un camino, no obstante, dispar, medida por una mayor intención del joven tenista español. Simplemente el hecho de romper el saque de Zverev ya hizo que Alcaraz volviera a meterse en la manga, igualando el break que el alemán consiguió a las primeras de cambio y logrando forzar, además, el desempate. El punto de inflexión de todo lo que vendría posteriormente. El murciano levantaba el set con un férreo y contundente tie-break (7-2) y potenciaba con ello la posibilidad de remontar el encuentro.
Entonces, Zverev empezó a expulsar las primeras gotas de sudor sobre la Rod Laver Arena. Más aún tras los dos primeros juegos del cuarto y definitivo set: dos rupturas que dejaban en el aire el porvenir del partido, más abierto que nunca. El transcurso de este marcaría la misma tendencia que protagonizó el tercero, aunque con un final diferente y sin necesidad de recurrir al tie-break. Alcaraz contrarrestó la superioridad de Zverev hasta el noveno juego. Allí el germano volvió a romper el servicio del murciano (por séptima vez en el encuentro) para confirmar después su pase a semifinales.
De esta manera, el español se despide del Open de Australia 2024 antes de lo pensado, pero con un motivo al que aferrarse: la temporada es muy larga y apenas ha comenzado. El ejemplo está en la pasada campaña, cuando Alcaraz no llegó a disputar este mismo Grand Slam por molestias y prefirió reservarse para el resto del año. En el mes de julio, 'Charly' consiguió el título de Wimbledon, el más importante de los seis levantados durante todo el 2023.
Tras su derrota, se consuman todas las opciones españolas en este primer Grand Slam de la temporada. Con los Juegos de París 2024 en el horizonte, los tenistas nacionales buscarán a partir de ahora sumar la mayor cantidad de puntos posibles en los próximos torneos de cara al cierre del ranking olímpico (el próximo lunes 10 de junio).
