Deportes

Las paradojas del fútbol: Mourinho puede dejar a su fiel Arbeloa sin Mundial

El buen rendimiento de Azpilicueta en el Chelsea que dirige el técnico portugués le permite ir a la selección y dejar fuera al lateral madridista.

El fútbol es caprichoso y rico en paradojas. Si Mourinho tuvo un futbolista leal en el Real Madrid ese fue Arbeloa. El primero en responder a las órdenes del técnico, el más caliente delante de un micrófono, un defensor absoluto de su jefe. Ahora una decisión del luso puede dejarle fuera del Mundial.

Arbeloa ocupaba en la selección el puesto de lateral polivalente. En la filosofía de Del Bosque la tendencia es a reducir al máximo los puestos que no sean en el medio del campo, razón por la cual quedaban sólo tres laterales y uno de ellos tenía que ser el salmantino, pues era el único que podía jugar en ambos flancos. Hasta que dejó de serlo. Azpilicueta, en el Chelsea, ha sido reconvertido a la izquierda por Mourinho y, por lo tanto, le ha dado la opción de aspirar a ese puesto de comodín en la defensa.

Azpilicueta cumple mejor que Arbeloa una de las máximas del seleccionador: quiere que todos sean centrocampistas. Busca que todos tengan el “sentimiento” de tocar el balón, de combinar. El defensa del Madrid nunca fue un virtuoso en ese sentido. Su presencia se explicaba desde la ausencia de jugadores en su posición y ahora, gracias a Mourinho, la situación ha cambiado. Quedan unos meses para el Mundial, pero las cartas de Arbeloa han empeorado súbitamente. Ya no es titular en el Madrid y su exjefe ha buscado un jugador que oposita a su sitio, que parecía establecido.

La ausencia del lateral, además, puede beneficiar el ambiente general del equipo. Aunque siempre supo reconducir su relación con los jugadores del Barça en ningún caso fue fácil su sintonía, una dinámica negativa que también arrastra con el nuevo delantero de la selección, Diego Costa. Le quedan unos meses para llegar al Mundial. Ser un espartano le propició ser titular durante el dominio de Mourinho en el Madrid, y, consecuentemente, le abrió un puesto en la selección. Ahora, con la titularidad de blanco en dura, tendrá aún más difícil demostrar su valía para llegar a Brasil, su último gran tren.

Apoya TU periodismo independiente y crítico

Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación Vozpópuli