La salida de Fernando Llorente del Athletic es inminente, toda vez que a su intención de no renovar su contrato, el cual termina el 30 de junio de 2013, se une la situación que está viviendo el riojano desde que el club filtró las cantidades que le ofrece para ampliar su vinculación (4,5 millones por temporada) y el público le silbó en San Mamés en el partido de la fase previa de la Liga Europa.
En un principio, y siempre teniendo claro no continuar, sobre todo después de que Marcelo Bielsa renovara por una temporada más como técnico rojiblanco, Llorente tenía la idea de seguir un año más en Bilbao y el 1 de enero de 2013 firmar por otro club. Sin embargo, todo se ha precipitado, y ahora el ariete internacional español busca una salida.
Así lo acaba de confirmar en rueda de prensa el presidente del Athletic, Josu Urrutia: "El representante y él nos comunicaron que su decisión era de no renovar. Fundamentalmente no había una razón económica, y lo que más pesaba era optar a competir en otro tipo de campeonatos y con más posibilidades de éxitos".
El dirigente reconoce que consideraba la negativa del riojano como "un fracaso institucional" y "un golpe en la línea de flotación" del club rojiblanco, y recordó que aplicarán "el criterio general" para su marcha, que consiste en que "el jugador realmente no quiera estar y que abone su cláusula de rescisión", cifrada en 36 millones de euros.
Según informó el domingo el diario italiano Tuttosport, la Juve habría ofrecido al Atlhletic 16 millones por el delantero riojano. Esta cantidad dista en 20 millones de los 36 que figuran en su cláusula de rescisión, pero dada la situación de Llorente, Josu Urrutia podría verse obligado a aceptar, pues de lo contrario podría quedarse sin jugador y sin dinero.
El mismo diario ofrece unas declaraciones del director general de la Juve, Beppe Marotta, y su ayudante, Fabio Gremio desde China, donde la Juve se alzó con el título de la Supercopa italiana al ganar al Nápoles por 4-2: "Estamos negociando, pero no es fácil porque el Athletic no quiere vender". Tras las declaraciones de Urrutia, parece evidente que no le queda otro remedio.