Lo avisó el presidente de la Liga de Fútbol Profesional, Javier Tebas, pero dada por su habitual poca credibilidad, nadie le hizo caso. "El Atlético de Madrid es uno de los equipos que está en peor situación con respecto a la salud de sus cuentas", afirmó el máximo dirigente de la patronal de clubes.
"Desde la LFP controlamos a los clubes previamente, les decimos lo que se pueden gastar, calculamos lo que pueden destinar a jugadores y cuánto en devolver la deuda, es de obligado cumplimiento y quien no lo hace no juega", explicó Tebas.
Lo cierto es que el Atlético supera la cifra límite de gasto para su primera plantilla y tiene menos de una semana, hasta el cierre de mercado del próximo lunes 1 de septiembre, para regularizar esa situación, pues de no hacerlo se expondrá a una serie de sanciones que van desde la prohibición de inscripción de jugadores al descenso de categoría.
La prioridad absoluta del Atlético, así las cosas, pasa por dar salida a varios futbolista. Según fuentes consultadas por Marca, desde el club qeu preside Enrique Cerezo explican que la marcha de jugadores como Alderweireld e Insua permitiría alcanzar ese objetivo y que la del Cebolla, añadida a las ya mencionadas, permitiría traer un último refuerzo para el plantel.
El Atlético dispone aproximadamente de 80 millones para su plantilla, cifra que no se puede superar entre salarios, IRPF, derechos de imagen y amortizaciones por compra de los futbolistas. De este modo, el club del Manzanares necesita por un lado revisar unos cuantos contratos para garantizar la continuidad de futbolistas con ofertas y, por otro, hacer fichajes de garantías para cubrir las bajas.
Siempre según la información ofrecida por Marca, la desviación existente a día de hoy alcanza los ocho millones. "Hay que rebajarla sí o sí", dicen desde el Atlético. "Nos hemos comprometido con la Liga y tenemos que cumplir", añaden.
