El polémico traslado del Atlético de Madrid del Vicente Calderón a La Peineta va camino de eternizarse aún más después de lo expuesto hoy por José Manuel Calvo, delegado de Desarrollo Urbano Sostenible, en la comisión del mismo área celebrada en el Ayuntamiento. Según Calvo, "ni el Ayuntamiento ni el club Atlético de Madrid pueden garantizar la fecha" del 17 de agosto de 2017, en la que el estadio ya debería estar preparado para la disputa de la primera jornada de la próxima Liga. Incluso la portavoz socialista, Mercedes González, ha ironizado con la falta de estructuras indicando que "los aficionados tendrán que entrar en helicóptero".
Según la edil, "ni el Ayuntamiento ni el club pueden garantizar la fecha porque la aprobación definitiva de la modificación puntual depende de la Comunidad". Calvo, por su parte, le ha explicado que la primera Junta de Gobierno de septiembre aprobó inicialmente la modificación puntual del planeamiento por el que se pase de dotación deportiva pública a privada. El expediente está en periodo de información pública y pasará por Pleno, posiblemente en octubre. Si consigue ahí el aprobado, la modificación definitiva deberá ser ratificada por la Comunidad de Madrid. En "el mejor de los casos", los tiempos con los que se trabaja son de cinco meses pero mientras el Ayuntamiento está "adelantando proyectos de urbanización".
El delegado ha remarcado que el Gobierno no comparte estas obras pero están obligados por el convenio patrimonial firmado por los anteriores ejecutivos para evitar millonarias indemnizaciones. La socialista, que ha aplaudido la reducción de alturas y de edificabilidad en la operación Mahou-Calderón, teme que el Ayuntamiento "se esté pillando los dedos" en lo que accesos de movilidad al estadio se refiere. Será el Ayuntamiento el que ejecutará las obras de acceso, no incluidas en el convenio patrimonial. En el presupuesto de 2017 se incluirá una partida para la adecuación del acceso de Arcentales, el resto depende de otros operadores, como el Ministerio de Fomento.
