El polémico pero magnífico central catalán Gerard Piqué ofreció ayer una rueda de prensa con ocasión de la presentación de un torneo de cartas que se disputará en Barcelona este fin de semana, y como es habitual no dejó indiferente a nadie. Piqué declaró que "el Barça es el rival a batir en la Liga, somos el mejor equipo de este país con diferencia”. Con estas palabras el catalán deja claro que la ambición no se ha marchado del vestuario blaugrana tras dos temporadas triunfales. Además, aprovechó para echar un capote a su recién fichada pareja en la defensa, Samuel Umtiti, de quien Piqué piensa que “es joven, tiene calidad y al final jugaremos los cuatro centrales".
El central catalán también aprovechó para respaldar la decisión de Luis Enrique acerca de las vacaciones extra que tendrá Neymar, afirmando que el brasileño "ha demostrado que es uno de los mejores del mundo, ha aguantado mucha presión y ahora tiene que volver a irse con Brasil. El permiso es una buena decisión y luego volverá con más ganas para ayudarnos". Preguntado por la rivalidad que tendrán su antiguo entrenador, Pep Guardiola, y su antiguo club, el Manchester United, Piqué contó que "miraré la Premier como un aficionado más porque es una competición que da gusto seguir. Al City me lo miraré con cariño porque hay gente con la que tengo relación, como es el caso de Txiki, que fue mi importante para que yo pudiera jugar en el Barcelona, pero jugué en el Manchester United y desde entonces soy un Red Devil"
Un cierre de mercado movido
La última semana de mercado promete ser muy movida en Can Barça. El primer movimiento será el anuncio de la venta de Claudio Bravo al Manchester City y la incorporación del portero del Ajax, Jasper Cillessen, una vez dispute esta misma noche la previa de la Champions League con su club. Estas operaciones serán comunicadas, salvo grave contratiempo, mañana jueves. Más atascado está el fichaje del cuarto delantero, siendo Paco Alcácer la única alternativa. La incorporación del valencianista podría estar cercana a cambio de 30 millones de euros más las cesiones de Sergi Samper y Munir, pero no es segura. Menos importante, pero aún pendiente, es la salida de Douglas Pereira, quien podría terminar cedido en el Sporting.