"No soy amigo de Florentino", este es el sorprendente titular que da Sandro Rosell en una entrevista concedida a Ara tu, el suplemento dominical del diario catalán Ara, donde añade que "amigos tengo cuatro o cinco en la vida, no más".
Preguntado si se siente presionado precisamente por las polémicas con el Real Madrid, club que preside Florentino Pérez, el máximo mandatario del Barcelona asegura que "no hay presión, sino un reto apasionante. La única presión que tengo es cuando me llaman los profesores de mis hijas y me convocan para una reunión".
"Si habla Mourinho, que conteste Tito; si lo hace Iker, que conteste Puyol"
Al respecto de la gestión de esas polémicas con el eterno rival, Rosell dice que "si ésta viene por el por el presidente o por la institución, entraré yo. Ahora bien, si lo consideramos necesario, si viene por el director deportivo, que conteste Zubi; si lo hace Mourinho, que conteste Tito; si lo hace Iker, que conteste Puyol". En cuanto a si él mismo intervendrá más en el futuro, manifiesta que "no, seguiré como hasta ahora. El Barça tiene un estructura técnica muy profesional encabezada por Zubi y Tito y la Junta vela por el cumplimiento de sus necesidades".
"Nosotros defenderemos los valores que nos definen como club; lo que hagan otros"
Sobre lo que espera de la temporada 2012-13, de nuevo con Mourinho en el banquillo madridista, y si cree que se avecina otro año duro para el Barça, el presidente azulgrana destaca que "todos sabemos que la última Liga fue muy extraña. Lo que yo puedo garantizar es que nuestro equipo volverá a defender los valores que nos definen como club. Lo que puedan hacer los rivales ya no depende de nosotros. (...) Pase lo que pase, seguiremos firmes en nuestra apuesta por un modelo que esirrenunciable para los barcelonistas".
"Yo soy cruyffista, pero el que ha dejado de ser cruyffista es Cruyff"
En cuanto a sus relaciones con Johan Cruyff, Rosell asegura que "yo he intentado" ser más amigo del holandés, "pero él no tiene mucho interés. Yo soy cruyffista, pero el que ha dejado de ser cruyffista es Cruyff". Sandro Rosell señala que entre los inconvenientes de ser presidente del Barcelona está "sobre todo la cantidad de enemigos que te salen sin saber tú por qué. Han llegado a ponerme detectives, me han calumniado, han dicho muchas mentiras..." Y preguntado si el presidente debe vigilar la vida privada de los futbolistas, Rosell destaca que "el club debe velar para conseguir la mejor vida deportiva de los jugadores".