La víctima, Pablo Rafael Ruiz, de 19 años de edad, fue asesinado sobre la 1.30 de la madrugada del viernes, cuando se encontraba con una prima en el ferrocarril General Roca, que une Constitución con distintos puntos del sur del conurbano bonaerense, y en el que también viajaban otros hinchas de Boca caracterizados con los colores azul y amarillo de los xeneizes.
A unos 200 metros de haber abandonado la estación Lanús y con dirección a la de Remedios de Escalada, el tren se detuvo por razones que se investigan. Ese momento fue aprovechado por al menos una persona que circulaba en una camioneta por la calle paralela a las vías, quien, con el vehículo en marcha, apuntó con un arma de fuego hacia el tren, disparó en varias oportunidades, y escapó, informa la agencia pública de noticias Telam.
El joven recibió dos disparos y cayó al suelo ensangrentado, por lo que los presentes solicitaron ayuda a las autoridades y poco después fue trasladado al hospital Gandulfo, de Lomas de Zamora, donde finalmente murió por las heridas.
Si bien los investigadores no pudieron determinar el motivo del ataque, una de las hipótesis es que el homicida identificó en el interior del tren a varias personas vestidas con los colores de Boca y disparó contra la formación sin apuntarle a nadie en particular.
"A mi hijo le pegaron un tiro en el pecho y cuando intentaba cubrirse le pegaron otro en la nuca", dijo el padre de la víctima, quien ha exigido que se haga justicia y que se logre la detención del autor de los disparos, a la vez que negó que su hijo fuera miembro de la barra brava "xeneize".
El asesinato del joven ocurrió de regreso de la celebración de 'El Día del Hincha de Boca', que se celebra desde 2012 el día 12 de diciembre, en homenaje al nombre que recibe la 'barra brava' (el grupo ultra) más conocido de Argentina, 'La Doce'.
En la jornada, celebrada este jueves, cientos de hinchas radicales de Boca Juniors se enfrentaron a la Policía en el centro de Buenos Aires, causando al menos cinco heridos entre los uniformados.
Además los aficionados de Boca cortaron la principal carretera de la ciudad de Buenos Aires, la avenida 9 de Julio, a la altura del famoso Obelisco. Los seguidores, ataviados con banderas y camisetas de los colores de su equipo, treparon por los andamios de los locales de la zona, obligando a los agentes a intervenir.
El presidente de Boca Juniors, Daniel Angelici, criticó los hechos violentos y calificó la jornada como "muy triste". "Los hinchas de Boca no podemos dar esta imagen", dijo el máximo dirigente del club de Buenos Aires.
