El temor era fundado y de ahí las numerosas advertencias y quejas previas al partido inaugural de España, la anfitriona, en el Mundial de balonmano. “En la cancha hace frío. No hay forma de que se superen los 18ºC”, advertían técnico y jugadores. Se habían estado entrenando con chándal y sufrían por los efectos, sobre todo en el aspecto muscular, de tan baja temperatura.
Por fortuna, el viernes, día del estreno, la ‘caldera’ de la Caja Mágica –elegida por obligación tras la clausura del Madrid Arena después de la tragedia de Halloween en la que murieron cinco chicas- calentó como nunca y los españoles, sudando lo justo, golearon a Argelia.
Cuando Madrid pretende organizar unos Juegos Olímpicos y una de las instalaciones estrella de ese proyecto no da más que problemas, algo falla.
La Caja Mágica abrió sus puertas en mayo de 2009. Fue un encargo hecho por el Gobierno municipal de Alberto Ruiz Gallardón al arquitecto francés Dominique Perrault, quien dibujó una especie de enorme caja de acero y cristal cuya principal innovación es la gran cubierta retráctil, acorde con el desmesurado tamaño del recinto. Un proyecto que se presupuestó al principio en 120 millones de euros y que acabó costando más del doble: 294.
El edificio que nació para albergar la siempre elegante y refinada competición de tenis de los deseados Juegos de 2012 ha tenido que adaptarse a los malos tiempos. Madrid no se ganó la organización ni de esa cita olímpica ni de la de 2016, así que el Ayuntamiento se vio obligado a darle alguna utilidad, aunque fuese intermitente.
Excepto el Open de tenis que se disputa en mayo y permite desarrollar casi todo el potencial del edificio creado para esa especialidad deportiva, han pasado por tan majestuosas instalaciones el Real Madrid de baloncesto, los premios MTV de música, la escudería HRT de Fórmula 1 y, ahora, la selección española de balonmano, entre otros. Y casi siempre con problemas.
Porque si ahora hace frío, el pasado mayo una espectadora se desmayó por un golpe de calor durante el encuentro entre Nadal y Verdasco correspondiente al citado Open de Madrid. Aparte de los muy mejorables accesos, transporte, zonas de aparcamiento o servicios complementarios, se ve que el sistema de climatización es uno de los puntos débiles de la Caja. Ni calienta en invierno ni enfría en verano. Mejor no imaginar un torneo de tenis olímpico en julio o agosto de 2020.
De momento, los responsables del recinto tienen que seguir garantizando el confort para los partidos del Mundial de balonmano que se disputan ahí.
De hecho este sábado Croacia ha demostrado su favoritismo ante una débil Australia (36-13) en la primera jornada del Grupo D, celebrada en la Caja Mágica, y de esta manera, con el triunfo también de Hungría ante Egipto (32-23), son las que lo lideran junto a España.
Muchos más problemas tuvo Francia para solventar su debut mundialista ante Túnez (30-27), que puso a los de Claude Onesta contra las cuerdas.