Al contrario de lo que le solía ocurrir a la selección de baloncesto en los inicios de los grandes campeonatos durante su etapa dorada, España arrancó con solvencia su participación en los atípicos Juegos Olímpicos de Tokio. El nuevo formato de competición no permite dudas ni tropiezos imprevistos, algo de lo que eran plenamente conscientes los chicos de Sergio Scariolo. Bajo la batuta de un estelar Ricky Rubio, bien secundado por Sergio Rodríguez y por los hermanos Gasol, que alternaron presencia en cancha, apenas dieron opciones a la anfitriona Japón (77-88), que solo pudo maquillar el resultado en el último cuarto, con el choque ya resuelto.
En el mismo lugar, el Saitama Super Arena, donde hace 15 años España conquistó su primer Campeonato del Mundo, dando inicio a una de las mejores generaciones de la historia del baloncesto internacional, la selección arrancó con paso firme una nueva andadura hacia las medallas. Apenas dos cuartos duró la resistencia de los japoneses, correosos y contestones de inicio pero deslavazados desde que Ricky, capitán general para Scariolo, pisó el acelerador y acabó con sus esperanzas mostrando la versión que le llevó a ser nombrado MVP en el Mundial de 2019.
El base de Masnou, que no tenía en sus planes disputar los Juegos, a los que se apuntó a última hora tras ser convencido por su esposa, Sara Colomé, desniveló la balanza mediado el segundo cuarto liderando un parcial de 0-19. Con Llull, Abrines, Garuba y Pau a su lado, España se desencadenó, rompiendo el marcador y pasando del 26-26 al 28-48 en apenas cinco minutos en los que mostró su potencial en ambos lados de la cancha.
A partir de ese momento, la selección se dedicó a gestionar la ventaja y a reservar fuerzas para lo que está por llegar. Aunque Japón, que llegó a perder de 24 puntos, volvió a enchufarse y dentro de los últimos minutos rompió la barrera de los 10 puntos con un voluntarioso Hachimura al mando, España despertó a tiempo y la victoria no peligró en ningún momento.
Además de Rubio, que finalizó el partido rozando el doble doble, con 20 puntos y 9 asistencias, también destacaron Víctor Claver (13 puntos y 9 rebotes) y Marc Gasol (12 puntos, 2 rebotes y 4 asistencias). Pau Gasol, por su parte, debutó en sus quintos y últimos Juegos sumando 9 puntos, 4 rebotes y dos tapones en apenas 13 minutos de juego, y con la sensación de seguir siendo un jugador tremendamente útil cuando la pelota quema en las manos.
Próximo rival: Argentina
Tras derrotar a Japón, España se enfrentará el próximo jueves a Argentina (14.00; La 1), en la que será la primera piedra de toque de importancia en el torneo. La albiceleste, rival de mil batallas de la selección, viene de perder ante la Eslovenia de un superlativo Luka Doncic (48 puntos, 11 rebotes, cinco asistencias y tres tapones) en su estreno en los Juegos, y necesita una victoria ante el peor enemigo posible para seguir manteniendo opciones de alcanzar las eliminatorias.
Enfrente, su verdugo en la final del Mundial hace dos años. Una España, la de Scariolo, que tuvo un estreno plácido que le permite engrasar la máquina. En el horizonte, un claro objetivo: poner el broche de oro a una generación irrepetible con la única meta que le queda por alcanzar, el escalón más alto del podio olímpico, allí donde empezó todo hace 15 años.
Ficha
JAPÓN, 77 - ESPAÑA, 88.
Parciales: 14-18, 14-30, 28-21 y 21-19.
Equipos
JAPÓN: Tanaka (2), Baba (7), Hachimura (20), Watanabe (19) y Edwards (8) --cinco inicial--; Togashi (8), Hiejima (-), Vendrame (-), Kanamaru (8), Schafer (5).
ESPAÑA: Rubio (20), Rudy Fernández (-), Abalde (2), Claver (13) y Marc Gasol (12) --cinco inicial--; López-Arostegui (-), Pau Gasol (9), Sergio Rodríguez (9), Willy Hernangómez (6), Garuba (1), Abrines (11), Llull (5).
Árbitros: Glisic (SER), Kozlovskis (LET) y Noujaim (LIB). Sin descalificaciones por faltas.
Pabellón: Saitama Super Arena.