Día de contrastes en Madrid y Barcelona después de los resultados dispares del equipo blanco y los azulgrana. La goleada ante el Osasuna y la derrota inesperada en el Camp Nou ante el Alavés han provocado cambios de planes en los entrenamientos de ambos equipos, aunque con diferente cariz.
En el Real Madrid reina el buen ambiente y después de ejercitarse de cara al debut en la Champions esta semana, el equipo celebró una barbacoa en Valdebebas con sus familias. En la misma participaron mujeres y niños de los jugadores del y cuerpo técnico. El equipo es líder contando los partidos por victorias y es buen ambiente llegó a reflejarse en las divertidas fotos disfrazados que se hicieron en un fotomatón que instalaron para la ocasión en Valdebebas.
Luis Enrique ha incidido en las facilidades defensivas ofrecidas y los problema en ataque
Mientras esto ocurría en Madrid, en Barcelona las aguas bajaban revueltas tras la derrota ante los vitorianos. La plantilla del Barça estaba citada a las once de esta mañana para una sesión de recuperación, pero Luis Enrique decidió reunir a sus jugadores, algo sorprendente porque en derrotas anteriores en estos dos años a su mando no se había celebrado ningún gabinete de crisis de este tipo.
La reunión entre los jugadores y Luis Enrique ha analizado los motivos del tropezón ante el Alavés, incidiendo en las facilidades defensivas ofrecidas (recibieron tres goles, aunque se anuló uno por fuera de juego muy justo) y los problema en ataque. Luis Enrique quiso lucir su fondo de armario y las rotaciones ofrecieron un escenario pobrísimo con un ataque sin fluidez ni pegada. Demasiados cambios que provocaron la desconexión de los azulgrana, que debutan en la Champions ante el Celtic, el martes en el Camp Nou a partir de las 20:45 horas.
