Hijo de un viejo conocido del deporte español, el inimitable doctor Cabeza, expresidente del Atlético de Madrid durante los años ochenta, Alfonso Cabeza posee una mochila muy distinta a la de su progenitor. Más próximo a la pelota naranja, ha madurado como gestor baloncestístico en el Rivas Ecópolis de Liga Femenina, y ahora se presenta a un reto mayor. Afirma, nada menos, que su propuesta es "la única" que puede cambiar la FEB, ya que las otras candidaturas que rivalizan están basadas en personas que ya estaban en la entidad.
"Hay que cambiar el rumbo, y los únicos con capacidad de hacerlo somos nosotros. Las otras candidaturas están basadas en gente que está dentro, no van a ser capaces de cambiarlo. Tenemos experiencia de gestión de equipos, de empresas. No veo a las otras candidaturas capaces de sacar adelante una deuda de 5 millones", ha asegurado hoy Cabeza, aspirante a presidir la Federación, en relación a los otros dos candidatos: el exinternacional Jorge Garbajosa, y el presidente de la Federación Vasca, Arturo Aguado.
Cabeza, presidente del Rivas Promete de la Liga Femenina 2, ha comparecido junto a Germán Monge, presidente de la Federación Vizcaína de baloncesto, que fue precandidato y se ha unido a su campaña para las elecciones del próximo 9 de julio en el papel de vicepresidente; un proyecto del que también forma parte el exseleccionador nacional José Vicente 'Pepu' Hernández.
Los miembros de esta candidatura han asegurado que tienen "un programa realista" para la FEB, y se han comprometido a convocar un congreso antes del final de este año si son elegidos. "A él acudirán todos los que tengan algo que aportar, todos perfectamente representados, y de este encuentro obtendremos un plan director para los próximos años con propuestas vinculantes", ha dicho Cabeza.
El actual presidente del Rivas ha calificado la FEB como "un barco a la deriva" y ha prometido que en su junta directiva estarán representados tanto jugadores como entrenadores, árbitros, clubes y federaciones territoriales. También ha recordado que la FEB tiene 5 millones de euros de deudas y se ha comprometido a buscar "nuevas vías" de financiación, que no dependan en exclusiva de los "éxitos deportivos de las selecciones".
Monge ha explicado que la decisión de sumarse al proyecto de Cabeza está motivada en que sus programas están "en la misma línea" y que uno de los aspectos clave será lanzar un observatorio de competiciones. Este "observatorio" serviría para analizar la situación de las competiciones profesionales, donde hay una grave situación de diferencias económicas entre la LEB Oro y la ACB, que ha provocado que en las últimas cinco temporadas apenas se hayan producido ascensos y descensos.
"La situación actual no es buena ni para LEB ni para ACB. No es de recibo que equipos que consiguen el ascenso no tengan opción a subir, o que proyectos que pierden la categoría caigan a un pozo sin fondo que puede dar lugar a su desaparición", ha asegurado Monge.
Entre sus propuestas en este aspecto están la reducción del canon de acceso a la ACB y la creación de una zona económicamente diferenciada para los equipos que ascienden y descienden, en la que la FEB pueda aportar una parte de los ingresos necesarios para el ascenso o facilitar a los descendidos que puedan preparar una plantilla para volver a la elite.
Los miembros de esta candidatura han abogado por sentarse a hablar con la ACB y la Euroliga para solucionar el conflicto con la Federación Internacional de Baloncesto -llegó a intentar vetar la participación de varias selecciones, entre ellas España, en los Juegos de Río- y han asegurado que, si son elegidos el próximo 9 de julio, no tomarán decisiones hasta después de los JJ.OO.
Cabeza ha reconocido que ha tenido conversaciones con Jorge Garbajosa, otro de los candidatos, al que ha definido como "un activo del baloncesto español", y con el cual no ha descartado un acuerdo entre candidaturas. "Quedan diez días, pueden pasar muchas cosas. No hay líneas rojas y no está descartado", ha dicho el candidato a presidente, que también ha citado al técnico Aíto García Reneses como uno de sus asesores.