Alonso se bajó del F138 satisfecho tras una intensa jornada de martes en Montmeló, donde rodó 110 vueltas con su nuevo bólido, con el que ha dicho sentirse más seguro que la temporada pasada, cuando en las mismas circunstancias era dos segundos más lento que el piloto más veloz en los ensayos. Es decir, el nuevo bólido parece mantener la gran virtud que poseía el del año pasado, fiabilidad y ritmo en tandas largas. Falta saber si los sábados será lo suficientemente veloz como para ocupar los primeros puestos de la parrilla.
El doble campeón mundial asturiano aseguró no haber sufrido ninguna sorpresa cuando ha rodado con el F138, "lo que ya es algo positivo, no como el año pasado, cuando nos quedamos un poco sorprendidos, y de forma negativa".
Alonso lanzó un mensaje de optimismo al recordar que el año pasado estuvo luchando por el Mundial con un coche que en los ensayos "iba dos segundos más lento que el más rápido en estas jornadas".
"Las sensaciones con el coche están bien. Más o menos como esperaba. Es una evolución del coche de Brasil y tengo el mismo asiento... No hay nada sorprendente al pilotarlo", señaló el ovetense.
Una vez puesto sobre la pista, probado en Jerez con Felipe Massa y Pedro Martínez de la Rosa, y ahora en Montmeló con Alonso, el bicampeón del mundo de la F1 cree que aún hay mucho trabajo que realizar por parte de Ferrari, "con los neumáticos, la aerodinámica y algunas piezas nuevas".
"En Jerez tuvimos algún problema -recordó sin entrar en detalles-. Tenemos que dar muchas vueltas para probar que el coche es fiable".
No se siente aún muy cómodo con los neumáticos, a pesar de que con las gomas medias logró bajar del 1:23, algo que solo consiguieron los cuatro pilotos más rápidos en la primera jornada en Montmeló.
"Los neumáticos que han traído no son, quizá, la mejor opción para probar con una goma que dura una vuelta. Hay muchas cosas que probar y de las que tienes que tener información clara", argumentó.
"Sólo tienes una vuelta para comprender lo que has puesto en el coche, porque luego vas dos, cuatro o seis segundos lejos del ritmo. Pero es lo mismo para todos, así que tenemos que comprender mejor que los demás estas ruedas y hacer que duren tanto como sea posible", dijo Alonso.
"El neumático da un poco más de agarre y prestaciones en la primera vuelta y mucho más desgaste en el resto. Son parecidos al año pasado, pero quizá algunos de los tiempos del año pasado se pueden mejorar gracias a los neumáticos", afirmó.
"Luego tienen un poco más de degradación, después de lo visto en Jerez y aquí el primer día, y eso puede hacer las carreras con más 'pitstops' o, seguramente, más divertidas para el público y más difíciles para los equipos y para nosotros", subrayó.
Alonso cree que si el Mundial arrancase con los coches que han circulado por Montmeló "estaríamos más o menos como acabamos el año pasado. Pero el objetivo es llegar a Australia con unas buenas mejoras, nuevas piezas que introduciremos en el último test y, sobre todo, en Australia, el viernes, cuando lleguemos allí a probar. Esperamos que nos acerquen un poco más".
El campeón español ha reconocido que en Ferrari están trabando "muy fuerte" y ha recordado que el actual bólido parte del trabajo que se inició en el pasado agosto. "Se han tomado algunas soluciones que ya habíamos introducido en 2012 como la suspensión delantera y algunas cosas que también llevamos, quizá más secretas, dentro de la carrocería. Luego hemos adaptado alguna copia de lo que parecía que funcionaba en los otros equipos".
Acerca de lo que espera en el arranque del Mundial, Alonso ha sido muy claro: "Es muy difícil llegar a Australia y hacer primero y segundo y sacar medio segundo al resto de la parrilla. Eso lo descarta más o menos cualquier equipo que esté aquí, porque la Fórmula 1 está tremendamente apretada a día de hoy".
"Pero lo que no queremos es estar fuera de la Q3 con los dos coches en las cuatro primeras carreras. Eso es lo que seguramente está al alcance de nuestra mano", opina.
La esperanza para Alonso en esta temporada es que la base sobre la que se trabaja "es buena", aunque, ha precisado, "no la mejor, y lo sabemos".
"Cuando pusimos el coche en pista en Jerez, lo que esperábamos ver se cumplía al 99%, pero sabíamos que lo esperado era muy parecido de lo que teníamos en Brasil porque el coche era muy parecido al de allí", ha señalado Alonso, quien ha rememorado lo ocurrido en la pretemporada del 2012: "Fue una cosa tremendamente extraña. Pusimos el coche en la pista e iba más o menos dos segundos más lento de lo que pensábamos que iba a ir. Estábamos un poco perdidos. Empezamos dos carreras con los escapes que miraban hacia arriba, luego los pusimos laterales, y no sabíamos muy bien lo que hacer".