Alonso lleva toda la temporada apelando a la fortuna, y esta apareció en Silverstone. Ayudaron los extraños y preocupantes reventones de los neumáticos Pirelli, la avería de Vettel y, por supuesto, el talento del español.
Ferrari le sigue debiendo un coche ganador a Fernando. Porque el lastre de los sábados es enorme y, según las propias declaraciones del asturiano en el podio de Silverstone, el ritmo del bólido rojo no fue, pese a la remontada, el de otros domingos.
Nico Rosberg logró la victoria en un accidentado GP de Gran Bretaña, por delante del australiano Mark Webber (Red Bull) y de Alonso. La noticia del día fue el abandono de Vettel cuando iba lider a diez vueltas para el final de la carrera. El alemán, con 132 puntos, suma un cero en la clasificación que aprieta un poco más el Mundial. Segundo es Fernando Alonso con 111 puntos a 21 de Vettel y tercero es Kimi Raikkonen (Lotus) con 97 puntos.
La carrera fue muy accidentada desde los primeros compases, donde los neumáticos marcaron el devenir de los pilotos. Lewis Hamilton (Mercerdes), que salía primero, Felipe Massa (Ferrari), Jean-Eric Vergne (Toro Rosso) y Sergio Pérez (McLaren) reventaron sus gomas, lo que propició un cambio de posiciones complejo que acabó con Alonso en el podio.
