Fernando Alonso es muy dado a la guerra psicológica para intentar desestabilizar a los rivales. Sobre todo si se trata de Sebastian Vettel, que alguna vez ha dado síntomas de debilidad en ese sentido. Por eso el martes por la noche el piloto español publicó en su cuenta de Twitter un mensaje con una enorme carga de profundidad.
"Cenando con amigos en Dubai..", escribió Alonso. Y se lo envió a sus casi 1.600.000 seguidores y directamente a Webber (@AussieGrit). Este también se lo remitió a sus más de 600.000 fans. Lo más interesante del citado tuit era la foto, en la que se aprecia a ambos pilotos compartiendo mesa y mantel minutos antes de comenzar a cenar.
El mensaje subliminal fue entendido al instante por todo el mundo. Y responde a una pregunta diabólica para Red Bull: ¿en caso de que Alonso y Vettel se jugasen el Mundial en la última carrera, como sucedió en 2010 y 2012, movería Webber un dedo en favor de su compañero? Si fuera por voluntad propia, la respuesta parece evidente: no.
Vettel recibió el mensaje porque, aunque apenas utiliza su Twitter, uno de los pilotos a los que sigue es a Webber. Curiosamente, a Fernando Alonso, no. Y, recíprocamente, ni el australiano ni el español tienen a Sebastian como uno de los contados compañeros de parrilla a quienes siguen.
El revuelo internacional que provocó la citada foto indica el grado de guerra civil que existe en la escuderia austríaca. Y como extraña consecuencia de todo eso, el tuit de Alonso ha desaparecido de la lista de mensajes (timeline) de la cuenta del asturiano. Ya da igual, el trabajo está hecho. La imagen de los dos comensales no se irá así como así de la cabeza de Vettel.