Florentino Pérez se ha cansado de Mediapro. La semana ha amanecido con una queja formal del Real Madrid a la Liga de Fútbol Profesional sobre la realización de los partidos, algo que depende de la empresa de la que es propietario Jaume Roures. En el club blanco están indignados con lo que consideran "unas retransmisiones tendenciosas en las que se omiten repeticiones que demuestran que no lejos de haber trato de favor, los árbitros penalizan al Real Madrid".
A eso se suma el descalabro de la gestión de Real Madrid Televisión, que está operado por Royal Media, una filial de Mediapro al mando de la cual está Mariano Rodríguez. El gerente de Royal Media es, al tiempo, director de Mediatem, otra de las empresas a las que factura servicios el canal a costa de la arcas del Real Madrid. El vergonzoso share de Real Madrid TV, un 0,1% de audiencia, hace que se mantenga en la última posición de la parrilla de televisiones en abierto muy lejos de sus rivales. Una posición que no logra remontar pese a los 30 millones destinados por el presidente al canal.
Mientras el Real Madrid sigue pagando religiosamente a Royal Media, la filial de Mediapro no deja de rebajar gastos en las coberturas y reducir las colaboraciones de los tertulianos. Desde el club son muchas las voces que han advertido a Florentino que "es inadmisible que Roures monte la competencia en Gol T fichando a Lama y compañía con lo que nosotros le pagamos por gestionar Real Madrid TV". Un reproche que el presidente ha tenido que escuchar más de una vez estos días.
Galeano y Ferreras
El Real Madrid firmó con Mediapro para que operase el canal durante tres años, por lo que a la finalización de esta temporada aún restarán dos más. El gran valedor del acuerdo con Mediapro fue el director de comunicación, Antonio Galeano, el hombre que dirige Real Madrid hacia el esperpento y exdircom de La Sexta. Florentino conocía el interés de Mediaset y Teléfonica, pero Galeano, con la ayuda siempre decisiva de Antonio García Ferreras, convenció a Pérez para firmar con Mediapro, accionista principal de La Sexta.
Pérez no ha dejado de arrepentirse de ello y ahora estudia la forma para deshacer esa decisión. El presidente prefiere Telefónica, que ya gestiona el canal oficial del Barcelona, y empresa con la cual tiene puentes tendidos desde el club porque hay trabajadores del Real Madrid que han estado en nómina en Telefónica. El problema es que no puede romper el acuerdo con Mediapro, ya que existen cláusulas que lo impiden.
Lo que sí puede hacer el Real Madrid es limitar al máximo las competencias de Royal Media en el canal y delegarlas en otra empresa. Esa sería la alternativa que estaría manejando el presidente "para dejar de 'financiar' a Mediapro y a Gol T", como le echaba en cara un miembro de su junta directiva hace unos días. Mientras esto ocurre, Antonio Galeano, cuyo despido ha frenado hasta en dos ocasiones Ferreras, sigue escondido en su despacho en la zona noble del Bernabéu. En los mismos pasillos en los que aseguran que "cuando salga de aquí se irá a Mediapro, porque se ha ganado un buen contrato con el dinero que les pega el Real Madrid".
