Si el número de motores usados diera puntos, Fernando Alonso y su compañero Jenson Button estarían disputando codo con codo el título. Como si los compraran la peso en un chino. Porque este fin de semana en el GP de Italia, los dos pilotos de McLaren estrenarán otra vez mecánica y, según marca el reglamento, serán sancionados de nuevo con la pérdida de posiciones en parrilla. Saldrán desde la cola del pelotón.
Y es que en el mítico circuito de Monza, según desveló la revista especializada Austosport, Honda planea usar en ambos coches el noveno motor de la temporada. Como si los fabricara a destajo en China.
Hace dos semanas, en el Gran Premio de Bélgica, McLaren-Honda ya sustituyó las unidades de potencia de los dos pilotos para incrementar el número de cámaras de combustión disponibles para las siguientes carreras.
En Spa, Button arrancó penúltimo y Alonso último tras acumular entre ambos 105 plazas de sanción.
El Gran Premio de Italia es la decimocuarta prueba del Mundial y se disputa entre el viernes y el domingo en Monza, el considerado el 'templo de la velocidad', otro trazado hostil para los McLaren-Honda.
Aunque el bicampeón asturiano lleva semanas, incluso meses, avisando de que esta temporada va a ser poco menos que "de entrenamiento", muchos aficionados y algunos especialistas empiezan a tener serias dudas de la viabilidad del proyecto incluso en 2016.
No se ve la luz al final de un túnel por el que el MP4-30 ha circulado lento, inseguro e incluso poco fiable en muchas carreras. Han pasado más de ocho meses y lo más preocupante es la sensación de falta de sintonía entre McLaren y Honda.
Los británicos intentan agilizar los plazos, y se desesperan ante la calma oriental de los japoneses. Y, además, si antes parecía que la culpa de todos los males estaba en el motor Honda, ahora desde la fábrica nipona han dejado caer que el que decían chasis revolucionario fabricado por McLaren también tiene sus fallos.
Un desastre que, salvo milagro, quedará al desnudo de forma muy sonora este domingo en Monza, donde los grandes coches vuelan y las tartanas estorban.