Mientras que los aficionados al ciclismo siguen intentando digerir la muerte de dos ciclistas el pasado domingo en Oliva y los corredores profesionales, que son los que tienen, por su condición de personajes públicos, la obligación de hacer oír la voz de todo el colectivo; siguen exigiendo un cambio de actitud que consiga hacer cambiar la preocupante tendencia de la siniestralidad en el colectivo, el tres veces ganador del Tour de Francia, Chris Froome, ha sido el último en dar un susto al anunciar que esta misma mañana ha sido atropellado durante un entrenamiento en la localidad francesa de Beausoleil, muy carcana a su residencia de Mónaco y lugar ideal para reconocer algunas de las etapas alpinas del próximo Tour de Francia.
El británico, que asegura que está bien, explica a través de Twitter que un conductor le sacó de la carretera de forma intencionada. Por fortuna, todo ha quedado en un susto para el corredor cuya bicicleta se ha llevado la peor parte. El conductor, al parecer, se habría dado a la fuga tras el incidente y las autoridades francesas estarían ahora intentando localizarlo.
Just got rammed on purpose by an impatient driver who followed me onto the pavement! Thankfully I'm okay ? Bike totaled. Driver kept going! pic.twitter.com/o7FT4iXsAo
— Chris Froome (@chrisfroome) May 9, 2017