José Mourinho es el protagonista de la portada de la revista 'Ronda Iberia Magazine' en su número de noviembre de 2012, en un reportaje en el que el técnico del Real Madrid afirma, entre otras cosas, que "me siento mucho más querido de lo que la gente piensa. Hay muchos aficionados, aún siendo de clubes rivales, que me admiran y me respetan como profesional y persona".
A pesar de la exposición pública que tiene su cargo, Mourinho confiesa que "nunca he pensado en renunciar. Los momentos de angustia que tienes a nivel social no son más que eso, momentos. Son cosas muy puntuales, como que tu hijo te pida que no entres en el colegio para poder seguir su vida con tranquilidad o cuando tu mujer te dice que te quedes en el coche mientras ella compra en una tienda. Es el precio que tengo que pagar por tener una profesión que me apasiona".
"Cada vez es más difícil ser entrenador", reflexiona el portugués. "Un entrenador de hoy no puede ser igual que uno de hace 10, 20 ó 30 añós. Es una profesión en constante evolución. Las obligaciones de un entrenador van mucho más allá de elegir once jugadores, enseñar tácticas o hacer cambios", añade.
En cuanto a los futbolistas, Mourinho cree que "en muchas cosas los jugadores de primer nivel son buenos ejemplos para la sociedad, pero en otras no. Por mucha inteligencia emocional que apliques en tu comportamiento, hay momentos en los que no controlas tus emociones y acabas cometiendo errores. Los medios de comunicación también inciden en esas situaciones, ya que la prensa actual es muy competitiva. Quizás deberíamos ayudar entre todos para que los buenos ejemplos predominaran sobre los negativos", advirtió Mourinho sobre la importancia a nivel social que pueden tener el comportamiento de jugadores de nivel mundial.
El técnico del Madrid opina que "parece banal decir que debemos ser honestos en los tiempos que corren, pero realmente lo pienso. Hay que serlo con uno mismo y con los que te rodean. Trato de aplicarlo en mi trabajo y seguirá siendo así hasta el final". Además, niega ser nostálgico, pero reconoce que "me acerco a los 50 años, un número redondo con mucho significado. Mi ciudad me está preparando un pequeño homenaje y si echo la vista atrás no puedo evitar que aparezca una sonrisa en mi rostro".
Mourinho reconoce que "desde muy joven sabía que para progresar en mi profesión debía ir a otros países. Es necesario viajar y enfrentarse a nuevos retos para crecer". El técnico explica también que "cuando empecé a entrenar, me puse como objetivo trabajar en Portugal, Inglaterra, Italia y España. Ya lo he cumplido. Cuando acabe mi periodo en el Real Madrid, no sé qué camino tomará mi carrera".
En cuanto a los nuevos retos que pueda tener ante sí, Mou asegura estar "en constante lucha conmigo mismo. Mis ambiciones pasan por intentar ser siempre el mejor. En cualquier caso, cada vez pienso más en los demás y creo que esto me está haciendo bien".
