Directivos con aspiraciones políticas, entrenadores sumisos, futbolistas obedientes y aficionados mansos y gregarios han dinamitado buena parte de la admiración que despertaba un club tan grandioso como el Fútbol Club Barcelona en toda España.
La "espectacular" -en palabras de Xavi- pitada al himno español hace una semana en el Camp Nou con motivo de la final de la Copa del Rey ha sido la gota que ha colmado la paciencia de muchos aficionados y de millones de ciudadanos. Con tendencias políticas o sin ellas.
Hartos de la imposibilidad de que aficionados culés puedan exhibir con plena libertad una bandera española, cansados del cartelito de manual "Catalonia is not Spain (Cataluña no es España)" en cada cita internacional, de insultos y de politización escandalosa a favor del independentismo catalán de una entidad que se supone era deportiva, muchos españoles decidieron expresar su hartazgo en Twitter.
Lo hicieron en un día tan señalado como el de la final de la Liga de Campeones y convirtieron #ForzaJuve en el 'grito' (TT) más sonoro en esta red social durante las horas previas al encuentro:
https://twitter.com/VerdaderaIzqda/status/607263742309580800
https://twitter.com/Montseblanca/status/607254314856378369
Voy con el equipo que respeta el himno y la bandera, con la educación y la deportividad... #forzajuve
— María ?? (@elficarosa) June 6, 2015
Hoy con los que respetan y me representan.#ForzaJuve pic.twitter.com/L3YmdX8ynp
— Jose Mourinho (@MouRadical) June 6, 2015
Yo que soy del @Atleti y española ?????? #ForzaJuve
— Isabel González (@Isagonz__) June 6, 2015
https://twitter.com/agozalo/status/607247021884506112
El madrugador gol de Rakitic enfrió los ánimos de estos tuiteros, y la máxima autoridad española en Berlín, la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, confesó de forma apresurada minutos antes del comienzo de la final su deseo de que ganase"el Barcelona, que es el equipo español".
Y, en efecto, el Barça ganó su quinta Copa de Europa. Pero el cateto empeño de algunos en teñir de política el deporte impidió que en España, donde hay muchos seguidores azulgrana, este título se celebrara con en otros tiempos.
Porque la única bandera española que se esperaba en el Olímpico de Berlín era la que había prometido lucir Morata, delantero de la Juventus de Turín. No pudo ser, pero el #ForzaJuve quedará para siempre y debería llevar a la reflexión a quienes dentro de unas semanas, tras las elecciones presidenciales, dirigirán los destinos del club.
