La española Garbiñe Muguruza, número tres del mundo, ha caído en tercera ronda del Abierto de Australia, primer 'Grand Slam' de la temporada, después de ceder en su partido ante la checa Barbora Strycova en dos sets (6-3, 6-2), y deja a Carla Suárez como única representante femenina española en los octavos del 'grande'.
La hispano-venezolana, tercera cabeza de serie y que se había impuesto en la ronda anterior a la belga Kirsten Flipkens (6-4, 6-2), no se llegó a mostrar cómoda en la Rod Laver Arena, en la que comenzó perdiendo su saque en el segundo juego.
"Estoy decepcionada. Tendría que haber luchado más, jugar más agresiva y tomar el control, pero hoy no he podido"
Sin embargo, la de Caracas se rehizo con un 'contrabreak', justo antes de que la centroeuropea volviese a quebrar su servicio y consiguiese encarrilar el set.
Muguruza, que tuvo un porcentaje de primeros servicios del 55%, tampoco supo reaccionar en la segunda manga, en la que comenzó cediendo su saque. Una nueva rotura de Strycova en el séptimo juego resultó letal para la española, que se despidió del torneo oceánico después de una hora y 16 minutos de juego.
De esta manera, Carla Suárez se queda como única representante española en el cuadro femenino; la grancanaria se clasificó el viernes por la vía rápida para los octavos de final tras beneficiarse de la retirada al inicio del segundo set de su rival, la rusa Elizaveta Kulichkova, y tras haber ganado el primero.
"No he tenido un buen día. No he tenido la energía de otras veces y ella ha tomado el control desde el inicio, moviéndome de lado a lado, variando mucho su juego"
Ferrer avanza a octavos y Feliciano López se despide
En el cuadro masculino, David Ferrer, número ocho del mundo, avanzó a octavos de final después de imponerse al estadounidense Steve Johnson en tres sets (6-1, 6-4, 6-4), y se enfrentará en el siguiente encuentro al también norteamericano John Isner, verdugo del también español Feliciano López (6-7(8), 7-6(5), 6-2, 6-4).
Ferrer, octavo favorito del torneo oceánico, firmó un espectacular partido en el que no cedió nunca su saque y que solventó en una hora y 47 minutos de juego ante un rival que trató sin fortuna ponerle en dificultades.