El próximo encuentro entre las selecciones de fútbol de España y Guinea Ecuatorial ha tomado un claro matiz político, y mientras el régimen ha declarado que es un reflejo de "las excelentes relaciones culturales, de amistad y cooperación" entre los dos países, la oposición ha lamentado que el equipo español se haya prestado al "sucio juego propagandístico" de la "dictadura brutal, cruel y sanguinaria" de Teodoro Obiang Nguema.
En un comunicado difundido por su página de Internet, el Gobierno ecuatoguineano ha asegurado que Guinea Ecuatorial se dispone a recibir, "con enorme alegría y gran expectación", al "equipo campeón del mundo y sus estrellas", que jugará el próximo 16 de noviembre en Malabo "sin ningún tipo de prestación económica.
"Desde Guinea Ecuatorial se valora de forma muy especial el hecho de que el equipo español, actual campeón del mundo, haya aceptado jugar sin ninguna compensación económica, gracias a las excelentes relaciones culturales, de amistad y cooperación que unen a España con nuestro país", ha proseguido.
Por su parte, la plataforma opositora Coalición de los Pueblos y Ciudadanos de Guinea Ecuatorial (CEIBA) ha expresado su "repulsa" por la celebración de un partido que "servirá para refrendar, validar, legitimar y lavar el rostro de la dictadura brutal, cruel y sanguinaria de Teodoro Obiang Nguema".
La selección española de fútbol, ha proseguido, "no debe ni puede prestarse a un sucio juego propagandístico del que, a buen seguro, sacará tajada, en cuanto imagen y proyección internacional, un régimen dedicado a violar, asesinar y dilapidar las rentas obtenidas del petróleo de un pueblo que sobrevive con un dólar al día, carece de derechos civiles, acceso a Internet y las redes sociales, agua potable y sanidad universal".
Las autoridades de Guinea Ecuatorial se han mostrado "incapaces de organizar la práctica de cualquier deporte de base" y la selección del país "se nutre en su mayoría de jugadores nacionalizados" originarios de países como Colombia, Brasil, Camerún o Nigeria, "mercenarios que son convocados puntualmente y recompensados con generosidad en detrimento de los futbolistas nacionales", ha concluido CEIBA, formada por guineanos de diferentes etnias e ideologías y que cuenta con el apoyo de casi todas los grupos parlamentarios españoles.