Tras el soberano ridículo de Montmeló, en Honda parecen decididos a no vender más humo. Ocho días de entrenamientos frustrantes han sido suficientes para convencerse de que ya no cuelan más buenas palabras. Hacen falta hechos y hacen falta de forma inminente. Y no parece que vaya a ser así.
Yusuke Hasegawa, jede de motores de la marca japonesa, ha expuesta la cruda realidad a la que se enfrentarán Fernando Alonso y su compañero Stoffel Vandoorne dentro de diez días en Australia, primera cita del Mundial 2017.
"Los problemas de fiabilidad creo que podremos resolverlos antes de Melbourne. Hemos aplicado algunas medidas para solucionarlos y deberíamos estar bien", declaró Hasegawa en la revista especializada Racer. Hasta aquí las 'buenas' noticias.
El jefe de Honda sigue contando los planes de la marca nipona: "En sólo dos semanas es muy difícil obtener más potencia y rendimiento. Sin embargo, el actual concepto de unidad de potencia es el correcto y en unas carreras vamos a poder introducir algunas actualizaciones para conseguir un poco más de potencia". O sea, habrá que ver en qué momento del campeonato el McLaren corre "un poco" más.
"El punto de decepción más grande es nuestro nivel de rendimiento, especialmente el nivel de rendimiento de la parte eléctrica que no es competitiva. Aunque no tenemos los mismos problemas en el banco de pruebas, en general, los problemas de cada área no son nuevos para nosotros", prosigue.
Y para terminar describe la impotencia y frustración que sentirán Alonso y Vandoorne en Australia: "Está claro que ser solamente fiable no hace que el piloto se sienta feliz".
Traduccción resumida: en el mejor de los casos, McLaren acabará el GP de Australia, pero el ritmo de carrera será muy parecido al de los tests de Barcelona. Es decir, claramente en el pelotón de cola.