El sainete de la salida de Iker Casillas del Real Madrid se ha convertido en ridículo mundial. Después de que el portero aceptase la oferta de 5 millones netos por dos temporadas el Oporto y que el Real Madrid se hiciera cargo de los otros nueve millones que tiene firmados hasta junio de 2017, la negociación pegó este jueves por la tarde un frenazo inesperado por un problema de fiscalidad y de comisiones.
Casillas quiere cobrar la ficha íntegra más los impuestos que tenga que pagar en Portugal, en total de 15 millones, porque entiende que él no tiene por qué hacerse cargo de ellos, ya que es el Real Madrid el que está interesado en su salida y no él. Los blancos se ahorrarían más de ocho millones, que el de Móstoles se niega a asumir. El Madrid, pese a las primeras reticencias de Florentino Pérez, ha acabado aceptando el pago de los 9 millones de su ficha. Pero el problema sobrevino porque ni el club ni el portero estaban dispuestos a asumir el coste de los impuestos de la fiscalidad portuguesa.
El Real Madrid tenía previsto emitir una nota explicando que Casillas había rechazado la última oferta, pero al final prefirió no publicarlo para evitar un mayor enfrentamiento con el portero. En esos momentos las relaciones estaban rotas entre Florentino y Casillas, por más que este mismo jueves hayan escenificado un abrazo de bienvenida con el resto de la plantilla madridista.
Pero el problema de la fiscalidad no es el único. A Casillas y a su agente, Carlos Cutropía les ha sorprendido la aparición de numerosos agentes en la operación, lo que ha disparado las comisiones de la operación. La presencia de más de un intermediario y la multiplicación de comisiones han enrarecido aún más la situación.
Mientras esto ocurre, el Oporto que dirige Julen Lopetegui, quien ha hablado con Casillas en varias ocasiones por teléfono, se ha marchado a Holanda de pretemporada. En el club luso esperan la incorporación del portero en las próximas horas.
En el Real Madrid Rafa Benítez, que se ha estrenado como técnico blanco ante la plantilla con una charla de 30 minutos, se planteaba incluso que el portero que viajara a la gira sería Iker y no De Gea o Kiko Casilla. El tema de la salida del portero del Manchester United se complica cada vez más. Hoy se ha sabido, según informaba la cadena COPE, que los ingleses han exigido en la negociación la inclusión de Keylor Navas y Sergio Ramos, algo a lo que se ha negado el Real Madrid. Pero Florentino está en un callejón sin salida en este asunto, porque el club ha firmado un acuerdo con el portero para que venga este año al Real Madrid, y si no logra su fichaje tendrá que pagar al meta una cláusula de penalización.
Como hemos contado en Vózpopuli en estos últimos meses, De Gea impuso dos condiciones: que Iker Casillas estuviera fuera del Real Madrid cuando él llegase al Bernabéu y no empezar la pretemporada con el Manchester United. Florentino no ha cumplido ninguna de las dos y el portero está muy molesto. El portero se ha posicionado a favor de salir del club de Old Trafford, lo que le ha granjeado la antipatía de sus aficionados y ha molestado al club y a Louis Van Gaal, que ha amenazado con tenerlo todo el año en la grada, hasta que quede libre de contrato.
Florentino presentó ayer a Danilo y parcheará el anuncio de salida de Iker Casillas (y su partido de homenaje) con la renovación de Marcelo. El ridículo que está haciendo el Real Madrid en la operación de acoso y derribo contra su capitán está manchando la imagen del club en el panorama futbolístico y el cacareado "señorío y excelencia” del Real Madrid galáctico de Florentino ha pasado a convertir al club en el hazmerreír del fútbol mundial. Y mientras, los medios afines al régimen de Pérez siguen con sus campañas panfletarias de propaganda contra Casillas y Ramos.
