Prosigue el culebrón de James a cuento de una lesión que le apartó del partido frente al Eibar pero parece que no lo va a hacer de vestir la camiseta de su selección.
Colombia, incluido su capitán, James Rodríguez, llegó ayer a Barranquilla, donde el próximo martes recibirá a Uruguay en partido de las eliminatorias sudamericanas al Mundial de Rusia 2018.
El equipo dirigido por José Pekerman, que está en el cuarto lugar de la tabla, con 16 puntos, aterrizó en un vuelo chárter procedente de Asunción donde, sin el mediapunta merengue, derrotó a Paraguay por 1-0 con un gol anotado al filo del pitido final por Edwin Cardona.
Los jugadores y el cuerpo técnico salieron del aeropuerto Ernesto Cortissoz sin ofrecer declaraciones a la prensa y se dirigieron a un hotel de la ciudad barranquillera, por lo que no hay confirmación oficial del concurso de James ante Uruguay. Oficiosamente, la realidad parece otra.
Y es que la gran estrella del combinado cafetero tiene entre ceja y ceja el compromiso ante los charrúas, líderes de las eliminatorias sudamericanas. Se ha intentado recuperar por todos los medios, tratándose incluso en Paraguay con tratamiento en cámara hiperbárica para acortar plazos, y desea ser de la partida para Pékerman.
En el Real Madrid no acogen de buen grado el entusiasmo del de Cúcuta, temiendo un agravamiento del pinchazo que obligó a Zidane a retirar al colombiano del último encuentro liguero del Real Madrid para introducir en su lugar a Kovacic.
Se espera, tal y como ha ocurrido en jornadas pasadas de las eliminatorias, que los jugadores de Colombia que actuaron en el partido anterior se queden el hotel haciendo entrenamiento suave y el resto se desplace al Polideportivo de la Universidad Autónoma del Caribe para realizar la práctica normal.