Los clientes de Jorge Mendes andan preocupados. El Súperagente (como le gusta que le llamen) del mercado futbolístico está en el blanco de la diana del enemigo más corrosivo e impredecible del mundo de los negocios, los hackers de Football Leaks. El portugués ha visto como la mayoría de las operaciones en las que ha participado como agente o como intermediario en los últimos tiempos están siendo aireadas por la plataforma, quedando expuestos los detalles de todos los contratos.
El denominador común de las revelaciones de estas filtraciones de Football Leaks es la participación del dueño de la empresa Gestifute en las operaciones. Así, se han filtrado los contratos del fichaje de Gareth Bale por el Real Madrid, del colombiano James, la operación fallida de De Gea con el club de Chamartín, la cláusula anti-Barça en la venta de Di María al PSG, las cláusulas del contrato de Coentrao con el Mónaco, las de Lucas Silva con el Marsella, el contrato de Oblak con el Atlético de Madrid, el del colombiano Jackson Martínez, el fichaje de André Gómez al Valencia, el multimillonario traspaso del francés Martial del Mónaco al United...
El Súperagente ha contratado los servicios de una empresa especializada en espionaje industrial y tecnológico para tratar de evitar la fuga de información y blindarse ante los hackers
El último contrato que se ha filtrado, hace unas horas, es del traspaso del Cruzeiro al SC Braga por Wallace, que habría costado solo un euro al club portugués. Detrás de la operación vuelve a aparecer la figura de Mendes, ya que en 2014, Wallace dos Santos, despertó el interés de Gestifute, agencia del portugués, que negoció con el Cruzeiro la compra de la propiedad del jugador por una cantidad que rondaba los 9,5 millones de euros por sus derechos. Sin embargo, el traspaso del jugador al Sporting de Braga, club nodriza de Mendes en el que aloja a muchos de sus jugadores, sólo habría costado un euro. Esa es la cantidad que figura en el contrato hecho público por Football Leaks. Hoy el jugador ha sido cedido del Braga al Mónaco, otro club muy relacionado con Mendes. Es el último capítulo de una larga serie que amenazan con seguir ampliando los hackers.
El problema para Mendes es que los clubes comienzan a inquietarse con estas filtraciones que señalan al agente portugués como objetivo. Y eso hace peligrar sus negocios en el mercado futbolístico. El Real Madrid ha tratado de tomar medidas al respecto, investigando las filtraciones. Y desde Gestifute se trataja para blindar sus archivos. Todo apunta a que los hackers han conseguido salvar las barreras de seguridad informática de la empresa de Mendes. Mal asunto para el portugués, que observa inquieto la incertidumbre que está provocando todo este fenómenos entre sus habituales clientes: Real Madrid, Atlético, Mónaco, Manchester United, Valencia... Por todo ello El Súperagente ha contratado los servicios de una empresa especializada en espionaje industrial y tecnológico para tratar de evitar la fuga de información. Football Leaks le ha declarado la guerra a Jorge Mendes y el portugués está dispuesto a defenderse.