El Tribunal Administrativo del Deporte ha decidido posponer su decisión sobre la posible apertura de expediente a José Luis Sáez, presidente de la Federación Española de Baloncesto, optando por continuar el viernes 26 con el estudio de la documentación remitida por el Consejo Superior de Deportes el pasado día 11.
Después de una reunión de unas tres horas, en las que los siete miembros del tribunal discutieron las peticiones razonadas presentadas por el CSD, hechas tras revisar las alegaciones de los dirigentes federativos a la denuncia del presidente de la Federación Catalana. Tras ellas, Cardenal estimaba que podía existir una "imputación de gastos particulares a las cuentas de la Federación" y "una incorrecta utilización de los fondos federativos".
A la espera de la resolución del caso, y toda vez que ya ha anunciado que no se presentará a la reelección, Sáez prepara su porvenir post-FEB. Los mentideros federativos cuentan que el todavía presidente espera, en el peor de los casos, una inhabilitación de seis meses, siendo optimista acerca de la auditoría que el Consejo está realizando en sus dominios.
Por ello, una de las relaciones más fluidas que el extremeño mantiene a día de hoy es la que le une al suizo Patrick Baumann, secretario general de la FIBA, quien le acompañó en su regreso a la primera línea de acción una vez superada su baja por enfermedad.
La Federación Internacional de Baloncesto surge como el acomodo futuro más probable de un Sáez que se encontraría hoy, entre otros quehaceres, allanando el terreno para la consolidación en nuestro baloncesto de la Basketball Champions League, uno de los grandes objetivos de Baumann, en guerra civil con la Euroliga. Si la mediación del español cuaja, su colega de despachos tendría motivos sobrados para devolverle el favor en un futuro dentro de este juego de tronos de la pelota naranja.
