Hay un nombre que martillea la cabeza de Zinedine Zidane, el de Isco. Todo el mundo habla de él, toda la prensa pregunta por él, el presidente se deshace en elogios hacia el malagueño por su gol decisivo en El Molinón y el vestuario insiste en que debe ser titular. La baja de Bale abre una fisura en el once, una delantera titular blindada por la BBC que ahora, con la lesión del galés, ofrece un resquicio para que el de Arroyo de la Miel se cuele entre los once elegidos para ajusticiar al Bayern en el Bernabéu.
Sin embargo, Zizou se resiste a claudicar ante la opinión generalizada. Hay otro nombre que revolotea en su pizarra, el de Marco Asensio. El mallorquín está en un momento de forma delicioso y en cada oportunidad que tiene deja una joya. En Múnich regaló el segundo gol a Cristiano y hoy es la alternativa a Isco para ocupar el extremo derecho liberado por Bale. Marco es más vertical, más incisivo y tiene un último pase tan bueno como el del malagueño. Por eso Zidane no deja de marear la perdiz.
Enfrente llega un Bayern obligado a desmelenarse porque necesita marcar dos goles como mínimo para que su nombre esté en el sorteo de semifinales de la Champions del viernes. Y para lograrlo contará con su hombre gol, Lewandowski, que se perdió la ida aquejado de un golpe en el hombre.
Ancelotti conoce bien al Real Madrid y no saldrá a lo loco exponiendo su mandíbula a la brutal pegada de Cristiano y compañía. Sabe que nadie ha salido vivo de un tiroteo con los pistoleros de Zidane, por lo que seguro que tratará de tender una trampa a sus exjugadores. Carletto maneja un rompecabezas en el que debe combinar las piezas de Lewandowski, un irregular Müller y Thiago para armar su columna vertebral ofensiva. Como mariscal de campo volverá a pisar el césped madridista Xabi Alonso.
Atrás tiene muchos problemas. A la ausencia de Javi Martínez, roja en Múnich, suma las dudas con Mats Hummels, que fue baja en la ida por una lesión en el tobillo, y la de Jerome Boateng, baja el sábado contra el Bayer Leverkusen por problemas de abductores. De no jugar ninguno, los centrales elegidos serían David Alaba y Josua Kimmich, una fórmula que tomará prestada de Guardiola.
El Bernabéu es optimista tras el gran partido de los suyos en Allianz Arena. Zidane es más cauto y sigue dando vueltas en su cabeza al nombre del sustituto de Bale. El pueblo quiere a Isco, el mismo pueblo que teme a Lewandowski. Caviar europeo en Chamartín. Duelo de pesos pesados. Dos enemigos íntimos enfrentados y solo puede quedar uno: Zizou o Carletto.