El Stoke City le amargó al Manchester United el Boxing Day, con una derrota (2-0) que ha podido significar la sentencia del técnico holandés Louis Van Gaal, a quien los medios ingleses concedían ya poco margen de error en el banquillo de los Red Devils.
Un grave error de Memphis Depay en el minuto 19 del choque, cuando trataba de ceder una bola de cabeza a De Gea, permitió a Glen Johnson penetrar en el área y servir hacia atrás al exbarcelonista Bojan Krkic, que marcó el primero. Sólo siete minutos después, el austriaco Marko Arnautovic completó el marcador para el equipo de Mark Hughes, que en la segunda mitad conservó solventemente la diferencia.
Con tres derrotas consecutivas y eliminado de la Liga de Campeones, la salida de Van Gaal podría producirse en cuestión de horas, según apunta la prensa británica. El holandés, por su parte, asumió tener parte de responsabilidad en la situación del equipo y dejó entrever, incluso, una posible dimisión.
"El club no tiene que despedirme; a veces puedo irme yo mismo", dijo. "He recibido el respaldo del club siempre, pero hemos vuelto a perder y no es una situación nueva, aunque me siento apoyado por los jugadores", argumentó el coach de Amsterdam.
El técnico, además, reconoció que el equipo acusa la enorme presión con la que afronta cada compromiso. "Es difícil, porque yo también soy parte y la gente está pendiente -señaló-. Tengo que convivir con eso. Pero mucho más importante es que los jugadores también tienen que lidiar con ella".
