El ala-pívot Draymond Green y el reserva Shaun Livingston surgieron como los hombres clave del ataque de los Warriors de Golden State, que vencieron 89-83 a los Cavaliers de Cleveland en la revancha de las pasadas Finales de la NBA.
Los californianos confirmaron ante quizá el mayor hueso de la conferencia rival que son el mejor equipo de la liga en todas las facetas del juego, y su cuarto triunfo consecutivo ante los Cavaliers (incluidos los tres que ganaron en las Finales para imponerse 4-2 al mejor de siete) no deja ninguna duda.
Green demostró que ha alcanzado un nivel excepcional de juego con un doble-doble de 22 puntos y 15 rebotes, a los que hubo que sumar siete asistencias y dos tapones, que elevó al equipo de Oakland a la trigésima segunda victoria consecutiva en su cancha del Oracle Arena, donde siguen invictos esta temporada (14-0).
Junto a Green, el sempiterno Stephen Curry cumplió con 19 puntos, siete rebotes y siete asistencias, dando el susto de la noche al retirarse en mitad del partido a los vestuarios para ser tratado de una dolencia en la pantorrilla de la que se terminaría recuperando sin mayores consecuencias.
La falta de acierto en los tiros de campo de las estrellas de los Warriors fue compensada también por la sorprendente figura de Shaun Livingston, que como reserva fue el factor sorpresa ganador del partido al aportar 16 puntos en los 21 minutos que jugó, anotando ocho de sus nueve tiros de campo.
Las huestes del interino Luke Walton hicieron una gran defensa sobre LeBron y los suyos y dejaron a los Cavs en su peor porcentaje ofensivo en lo que va de temporada. James (25-9) volvió a ser el líder del parco ataque de los de Ohio, que rompieron su racha de seis triunfos consecutivos.
De esta manera, los Warriors dejan su marca en 28-1 y se preparan para despedir el año apuntando aún al histórico 72-10 de los Bulls del 96. En otros resultados del Christmas Day en la NBA, los Heat vencieron a los Pelicans, los Bulls a los Thunder, los Rockets a los Spurs y los Clippers a los Lakers.