El oasis catalán duró hasta que se terminó el dinero. Ese día empezaron los problemas con España. Cuando Artur Mas llegó a la presidencia de la Generalitat y comprobó su incapacidad para gobernar, buscó un enemigo común. Al mismo tiempo se encargó de subvencionar a todos los medios de comunicación catalanes y encargarse que a día de hoy alguien que no sea independentista no exista para ellos.
Hace unos días, Montserrat Caballé presentaba un concierto benéfico. ¿Qué fue lo que todo el mundo le preguntó? Pues su opinión sobre el referendum y su posición sobre la independencia. Cuando su respuesta fue que ese día estaba para hablar del concierto benéfico, muchos medios centraron la noticia en que Caballé no quería hablar de política, pero lo cierto es que nadie habló del concierto que había presentado.
Marc Gassol en un programa de 'TV3' -el canal público catalán donde nadie quiere ser español- decía que le molestaba tener que hablar de política. Que le incomodaba tener que manifestarse porque él es jugador de baloncesto y no político. Siendo cierto lo que dijo, también lo es que que su actitud fue cobarde.
La ventaja de una sociedad libre es que todos deberíamos poder manifestar nuestras ideas sin sentirnos cohibidos por ello. Cuando un tipo de 2,20 metros no quiere manifestar sus ideas, permite a todos los que coaccionan que puedan seguir haciéndolo. En una sociedad politizada y estigmatizada como es actualmente la catalana, su silencio le hace cómplice de la manipulación política y social que hay en Cataluña.