Como cada jornada después de partido (el miércoles tuvieron día libre), Luis Enrique convocó a la plantilla para analizar lo mejor y lo peor del encuentro disputado. En este caso, poco positivo y muchas cosas que repasar tras el 4-0 encajado en el Parque de los Príncipes.
Algo más de media hora duró el diálogo entre los jugadores y el staff técnico. Tiempo en el que los capitanes, Iniesta y Busquets se reiteraron en sus declaraciones ante los micrófonos tras el choque, en las que lamentaron errores en la planificación del partido que acabaron costando muy caro al equipo.
La plantilla, con la MSN al frente, advirtió que el equipo está perdiendo el estilo que les ha hecho grandes y eso les está pasando factura. Los jugadores insistieron en la pérdida de la posesión parar explicar el bajón de juego del equipo. El Barcelona sufre mucho sin balón porque no está acostumbrado ni trabajado tácticamente para defender sin balón y eso le hicieron saber a Luis Enrique.
El entrenador también ofreció su versión de los hechos en un diálogo tenso en el que nadie se mordió la lengua. El técnico nunca ha tenido a la plantilla de su lado, debido a su actitud desafiante, la misma que mantiene con los medios de comunicación. A la salida, caras largas y pocas palabras en el entrenamiento.