Lorenzo marcó el ritmo durante la carrera desde el mismo momento en que se apagó el semáforo, y le acompañaron en el podio de Jerez de la Frontera el también español Marc Márquez (Repsol Honda RC 213 V) y el italiano Valentino Rossi (Yamaha YZR M 1).
Ni Jorge Lorenzo, que rodó 27 segundos más rápido que la carrera de 2014, ni Marc Márquez fallaron en el momento de la salida, lo que si le sucedió al italiano Andrea Iannone (Ducati Desmosedici GP15), mientras que Pol Espargaró (Yamaha YZR M 1) aprovechó su oportunidad y se coló hasta la tercera posición, por delante del también italiano Valentino Rossi.
Iannone fue el primero de los pilotos de cabeza que pasó de ser candidato a la victoria a pelear por la décima posición tras una pésima salida, quizás propiciada por algún fallo técnico, que le hizo verse superado por no pocos rivales, si bien al final consiguió el sexto lugar.
Lorenzo, autor del mejor tiempo de entrenamientos y nuevo récord del circuito, protagonizó la primera vuelta rápida de carrera en el segundo giro, con un tiempo de 1:38.735, que ya era también nuevo récord, pero con ello no logró que Márquez perdiese ni un ápice de terreno y se mantuvo ahí, firme en la segunda posición, pegado tras el rebufo de la Yamaha.
Márquez que tal y como explicó ayer tomó un calmante para soportar el dolor de la fractura de su dedo meñique de la mano izquierda durante las 27 vueltas de carrera, se pegó a la estela de Jorge Lorenzo y ambos se distanciaron hasta casi dos segundos en la tercera vuelta respecto a Valentino Rossi, que en ese giro superó a Pol Espargaró para situarse tercero.
Como Iannone, su compañero de equipo Andrea Dovizioso también cometió un error en el tercer giro cuando era séptimo que le hizo perder casi todas las posiciones y regresar a pista penúltimo si bien enmendó, y mucho, la equivocación, para atravesar la línea de llegada noveno.
Poco a poco y con un ritmo muy constante, Jorge Lorenzo fue abriendo hueco sobre un Marc Márquez que dio por buena la segunda posición, sabedor de sus limitaciones físicas, pero con la amenaza cierta de que por detrás se iba acercando nuevamente, como en Argentina, décima a décima, el italiano Valentino Rossi.
Tras Rossi, Pol Espargaró y el británico Cal Crutchlow (Honda RC 213 V) se enzarzaron en su particular pelea por la cuarta posición, con Aleix Espargaró y su Suzuki GSX-RR sextos, justo por delante de Andrea Iannone, repuesto ya de sus problemas iniciales.
La carrera, literalmente, la sentenció Jorge Lorenzo con el ritmo que impuso frente a sus rivales, que no pudieron seguirlo, si bien el campeón del mundo de Repsol Honda fue capaz de aguantar el ataque de Valentino Rossi, que llegó a colocarse a 1,3 del español, pero a partir de ese momento y con cinco vueltas hasta el final de carrera el doble campeón del mundo de Repsol Honda supo aguantar perfectamente la presión.
Héctor Barberá (Ducati Desmosedici GP14), líder de la categoría "Open", encabezó un grupo que llegó a ser de hasta siete pilotos y en el que también se encontraban sus compatriotas Maverick Viñales (Suzuki GSX-RR) y Álvaro Bautista (Aprilia RS-GP), que peleó por la duodécima posición del gran premio, si bien con el paso de las vueltas el grupo se fraccionó.
Antes del ecuador de la carrera Maverick Viñales consiguió dar buena cuenta de Héctor Barberá y Álvaro Bautista no pudo aguantar el ritmo de ese grupo y se las tuvo que ver con el japonés Hiroshi Aoyama (Repsol Honda RC 213 V), que se cayó en el decimoquinto giro, y el alemán Stefan Bradl (Forward Yamaha YZR).
Bajo la bandera de cuadros, Pol Espargaró acabó quinto, con su hermano Aleix en la séptima posición, el segundo piloto de Suzuki, Maverick Viñales, undécimo, y Hector Barberá y Álvaro Bautista en unas más que meritorias decimocuarta y siguiente posición, respectivamente, sobre sus Ducati y Aprilia.