Entre los mandamientos del conjunto español para tratar de ganar este Mundial figura en un lugar preferente, por no decir en primer lugar, la seguridad defensiva, una faceta del juego, que Valero Rivera y sus pupilos no han dudado, incluso, en traducir a cifras.
Así, tras cálculos y más cálculos, España ha asumido, que para tener mayores opciones de ganar los partidos, nunca debe encajar más de 24 tantos por encuentro, un objetivo que desde el inicio del partido ante Hungría, la selección pareció muy difícil que pudiera lograr.
Y es que el equipo español fue incapaz, al menos de partida, de dotar a su defensa, donde Rivera apostó por un 6-0 con Viran Morros y Gedeón Guardiola como centrales, de la solidez necesaria para frenar al ataque magiar.
Una ofensiva, donde como era de esperar, tuvo un protagonismo mayúsculo el exbarcelonista Laszlo Nagy, que a los nueve minutos de juego ya contabilizaba tres de los seis goles, un cuarto de los máximos permitidos para alcanzar esos famosos veinticuatro, que sumaba (6-6) Hungría.
Problemas defensivos que ni tan siquiera logró atajar la notable actuación del meta español Arpad Sterbik, que cerró el primer tiempo con diez paradas, ante la imposibilidad de España de frenar a los cañoneros magiares, ya que cuando no fue Nagy, fue Barna Putics el que se encargó de martillear el marco español.
Una circunstancia, que obligaba a España a mostrar en cada uno de sus ataques la máxima efectividad, para no descolgarse en un marcador, en el que Hungría acabó por abrir una pequeña brecha (9-7), en el momento en el que la selección dejó de buscar el extremo derecho, donde Víctor Tomás y Albert Rocas dieron toda una lección de precisión y seguridad.
Pero las dificultades del conjunto español no estaban en ataque, sino en defensa, lo que obligó a Valero Rivera a buscar más fórmulas hasta encontrar definitivamente la solución, tras situar al jovencísimo Aitor Ariño como la sombra de Nagy.
Una defensa individual, que permitió a España igualar la contienda (14-14) al llegar al descanso, tras el cual, los pupilos de Valero Rivera, al menos en defensa, donde la selección española comenzó a dar muestras de su auténtico potencial.
Mejoría que permitió a España, que volvió a apostar por un 6-0 en defensa, encajar en los primeros doce minutos del segundo período tan sólo dos goles, seis menos de los que había recibido en el mismo lapso de tiempo en la primera mitad,
Un dató que no tardó en tener su reflejo en el marcador, que mediado el segundo tiempo señalaba uno esperanzadores tres goles de ventaja (17-20) para el conjunto español, que parecía ya lanzado hacia la victoria.
Pero Hungría no estaba dispuesta rendirse, y en un abrir y cerrar de ojos, redujo la renta española a tan sólo un gol de diferencia (19-20), una remontada que se encargaron de abortar tres protagonistas inesperados: Antonio García, Ángel Montoro y Carlos Ruesga.
La teórica primera línea reserva, la misma que el año pasado condujo al Reale Ademar de León a la puertas de toda una Final a Cuatro, evidenció todo su talento y desparpajo, el mismo que se había echado en falta hasta ahora en el campeonato, en el momento de la verdad.
Unos últimos quince minutos en los que Montoro, Ruesga y García, que firmaron seis de los últimos ocho tantos de la selección, monopolizaron el juego ofensivo del conjunto español, que de la mano de esta tripleta acabó con la resistencia húngara, para sumar un triunfo (22-28) que le permitirá pelear el próximo sábado (19:00) con Croacia por la primera plaza del grupo.
Ficha técnica:
Hungría: Mikler; Harsanyi (3), Zubai (2), Laszlo Nagy (6), Schuch (-), Kornel Nagy (1) y Csaszar (1) -equipo inicial- Tatai (ps), Szollosi (1), Mocsai (2), Gergo Ivancsik (3), Putics (2), Krivokapic (-), Vadkerti (-), Ancsin (-) y Lekai (1)
España: Sterbik; Víctor Tomás (6), Maqueda (2), Sarmiento (6), Alberto Entrerríos (2), Ariño (-) y Aginagalde (1) -equipo inicial- Sierra (ps), Rocas (5, 1p), Cañellas (-), Montoro (2), Morros (-), Ruesga (2), Antonio García (2) y Guardiola ()
Marcador cada cinco minutos: 3-3, 7-6, 9-7, 12-10, 14-13 y 14-14 (Descanso) 15-16, 16-17, 18-20, 20-22, 20-26 y 22-28 (Final)
Árbitros: Krstic y Ljubic (SLO). Excluyeron por dos minutos a Kornel Nagy, Mocsai, Schuch y Laszlo Nagy por Hungría; y a Maqueda, Víctor Tomás y Montoro por España.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la cuarta jornada del grupo D de la primera fase del Campeonato del Mundo de España 2013 disputado en la Caja Mágica de Madrid ante unos 9.500 espectadores. Lleno. El príncipe Felipe presenció el choque acompañado por el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert; y el presidente del Consejo Superior de Deportes, Miguel Cardenal.