Con un nuevo comandante en el banquillo, Georgios Bratzokas, un director de juego que ilusiona,
Tyrese Rice, y el grueso de la plantilla muy similar a la del curso pasado, el Barcelona Lassa espera encontrar la competitividad perdida que le permita discutir la hegemonía del Real Madrid en la
Liga Endesa.
La era post Pascual da el pistoletazo de salida con algunas incógnitas, tanto en la planificación de la plantilla como en el estilo de juego, si bien el objetivo de la entidad es poner fin a la sequía que la sección de baloncesto arrastra: dos títulos en los dos últimos cursos.
Además de Bartzokas, han aterrizado al Palau Blaugrana un ala-pívot polivalente como Víctor Claver, un base de garantías, Petteri Koponen, y otro director de juego indiscutible de la talla de Tyrese Rice, llamado a ser la gran estrella del nuevo proyecto.
Tres fichajes de renombre para suplir el adiós inesperado de Tomas Satoransky y Álex Abrines, que han cruzado el Atlántico atraídos por las suculentas ofertas de la NBA, y las bajas de Samardo Samuels, Carlos Arroyo y Moussa Diagne.
Incorporaciones que, sin embargo, no despejan las dudas de un equipo con urgencias, después de encadenar dos años poco productivos en cuanto a títulos que han coincidido con la explosión definitiva
del Real Madrid de Pablo Laso.
Sin Pascual en el banquillo, el técnico de la casa que durante ocho temporadas lideró una de las eras más estables en la sección, apuesta el Barcelona por Bartzokas.
El preparador griego, con experiencia en naves también exigentescomo la del Olympiacos con el que conquistó una Euroliga (2012-13), deberá resolver algunas dudas que deja la planificación de la
plantilla.
La primera de ellas en la dirección de juego. Cuenta el Barcelona con el estadounidense Tyrese Rice, uno de los jugadores más decisivos de Europa, aunque, de momento, sin recambio natural, pues
Petteri Koponen sigue recuperándose de un accidente de coche.
Si el equipo azulgrana no cierra el fichaje de otro director de juego durante el transcurso de la temporada, Pau Ribas, aquejado de unas molestias musculares, y Juan Carlos Navarro se perfilan como
sus sustitutos en la rotación.
Dicho déficit se ha evidenciado en los primeros compases de la temporada. Con Rice arrastrando unas molestias en la rodilla tras un golpe padecido en el primer partido de la Supercopa ante el Real Madrid, Bartzokas deberá buscar alternativas imaginativas para afrontar la Liga Catalana.
De momento, cuenta con escoltas de nivel que pueden dirigir puntualmente a un equipo pensado para que la nueva estrella del Palau Blaugrana brille y coja las riendas de una escuadra que en los últimos años le han faltado líderes.
Uno de los pocos jugadores con jerarquía que resiste al paso del tiempo es Juan Carlos Navarro, que a sus 36 años afronta un curso en el que todavía no está claro qué rol le reserva su nuevo entrenador.
De momento, en los dos partidos oficiales disputados hasta la fecha en la Supercopa, el internacional español disputó una media cercana a los 20 minutos entre la semifinal y la final.
En el juego interior, parece que al técnico heleno también le falta alguna pieza para competir en los partidos contra rivales de nivel, especialmente en la Euroliga.
Sin el lesionado de larga duración Shane Lawal, Joey Dorsey y Ante Tomic son los 'cinco' puros de un equipo que tiene a tres ala-pivots versátiles con Víctor Claver, hombre de confianza de Bartzokas en el Lokomotiv Kuban, como principal novedad.
En cualquier caso, el Barcelona cuenta con una plantilla suficientemente competitiva para recuperar la jerarquía perdida en las últimas temporadas.
De momento, ya demostró en la Supercopa que puede estar al nivel del Real Madrid, al que derrotó 93-99, aunque también evidenció en la final ante el Herbalife (79-59) que como conjunto todavía hay
mucho margen de mejora.
El tiempo y los resultados dirán si este cambio de rumbo es suficiente para acortar distancias con el eterno rival, competir en la Euroliga y levantar los ansiados títulos.