A esta hora es una incógnita si el presidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA), el andaluz Luis Medina Cantalejo, seguirá al frente de los colegiados españoles con el nuevo máximo mandatario de la Real Federación Española de Fútbol, Rafael Louzán, que ha sido elegido este lunes en la Asamblea General en Las Rozas (Madrid) para los próximos cuatro años —si el Tribunal Supremo no se lo impide el próximo febrero—. La intención del flamente presidente es que continúe. Sin embargo, también plantea la necesidad de hacer ciertos cambios en el órgano arbitral.
El candidato gallego llega a la presidencia de la RFEF con la promesa de un mandato transparente, inclusivo y “de paz y bienestar para el fútbol” —según sus propias palabras tras conseguir 90 de los 138 votos emitidos por los asambleístas—, pero no lo tendrá fácil para dejar a todos contentos. De hecho, el primer reto al que ha decidido enfrentarse es el de amarrar la continuidad del exárbitro internacional tomareño al frente del CTA, todo al tiempo que ha repetido públicamente en varias ocasiones que hay detalles en el arbitraje nacional que deben cambiar.
Pese a haberse referido con seguridad a la renovación de Luis de la Fuente como seleccionador nacional y a su empeño personal en que Valencia y Vigo pasen a ser sedes del Mundial 2030 —la primera por la DANA y la segunda, por aquello de ser de gallego—, no ha podido ser igual de claro sobre que Medina vaya a seguir al frente de los árbitros españoles. Algo que, sin embargo, sí le gustaría.
El problema reside en que el discurso de Louzán sobre el arbitraje nacional se está basando en términos como “cambio” y la “necesidad” de una “unidad de criterio” en las decisiones de los trencillas. Esto último no es nuevo, y es que el Comité del que Medina está al frente desde 2021 está especialmente centrado en conseguir esto, aunque no es fácil que el aficionado lo perciba como tal, y desde luego las palabras del gallego no ayudan en este sentido.
Llega al cargo con una crítica moderada hacia los árbitros de Medina
“Nunca todas las decisiones son iguales, pero pueden ser parecidas y yo creo que tenemos que buscar la unidad de criterio”, ha pedido Louzán a los pocos minutos de ser elegido presidente de la RFEF. “El VAR ha venido para que las decisiones puedan corregirse. Es necesario que busquemos una unidad de criterio en torno a una misma decisión, que es lo que pide mucha gente”, ha asegurado.
Esto mismo es lo que le ha trasladado a Luis Medina Cantalejo en la primera reunión que han mantenido ambos, que no se ha producido hasta pocas horas después de ser investido presidente. La continuidad del andaluz parece segura, pero Louzán no se lo había pedido hasta ahora, por lo que habrá que estar muy atentos a si hay un cambio de discurso de Louzán en las próximas fechas en cuanto a la actuación de los trencillas se refiere.
Por su parte, Luis Medina se caracteriza por su firmeza en sus decisiones y, hasta la fecha, siempre ha tenido un discurso muy claro sobre qué espera del VAR: que deje al árbitro de campo “ser el protagonista” —en el sentido de que tenga independencia para tomar sus propias decisiones, más allá de lo que opine el asistente de vídeo—. Esto nunca ha sido óbice para que se haya sido exigente con la meticulosidad de los colegiados a la hora de aplicar los criterios y directrices que vienen marcados desde la dirección técnica del CTA, algo en lo que el sevillano ha puesto especial empeño.
España está en el top 5 de países con más árbitros internacionales de todo el mundo. En fútbol, hasta 10 hombres y 5 mujeres mantienen su condición de internacional con cuatro colegiados en la categoría élite; Gil Manzano, Sánchez Martínez, Hernández Hernández y Huerta de Aza.
“Ellos tienen un papel muy difícil. Debemos recordarlo, son fundamentales en nuestro fútbol”, aseguraba Rafael Louzán el lunes en Las Rozas. “Tenemos que ser comprensivos: igual que un delantero se equivoca, un árbitro también se puede equivocar, porque somos humanos. En todo caso, mi reconocimiento por la extraordinaria labor que hacen cada fin de semana”, concluía ante la prensa, confirmando así su compromiso con el colectivo arbitral.