El caso del presunto fraude fiscal de Cristiano Ronaldo y los jugadores representados por el agente Jorge Mendes destapado por un consorcio internacional de medios en el que está incluido el diario El Mundo, está retratando a todos los personajes de esta historia.
Mientras Cristiano y Mourinho utilizaban sociedades en las islas Vírgenes o en Nueva Zelanda para ahorrarse un pellizco del fisco, otros como Michael Laudrup fueron despedidos del Swansea porque su representante, Bayram Tutumlu, ingresó 4,3 millones de siete fichajes gracias a acuerdos secretos para llevarse la mayor parte de la comisión. El Swansea lo descubrió, despidió al entrenador y el danés cortó relaciones con el agente.
Quien prefiriió abstenerse de entrar en estas prácticas fue el padre de Martin Odeagaard, la promesa del fútbol norugo que fichó por el Real Madrid en 2015. Según destapa El Mundo: "Por el acuerdo firmado el 22 de enero de 2015 entre el Madrid y el padre del jugador, Hans Erik Odegaard, la entidad se comprometía con el chico hasta el 30 de junio de 2018 con un desembolso total de 10,5 millones de euros”.
Una vez firmado el acuerdo, el padre recibió la visita de los asesores fiscales para aconsejarle la creación de una sociedad en un paraíso fiscal para gestionar los derechos de imagen de su hijo, “que entonces se estimaban en unos dos millones anuales”.
Entonces el padre envió un mail al bufete: “De todos modos ganará mucho dinero; también es una cuestión moral sobre cuánto debe esforzarse en intentar ahorrarse algún dinero de impuestos, cuando otras personas luchan más para pagar los suyos”. A lo que sumó una razón más: “Es arriesgado. Debería ganar mucho más para que fuera rentable hacerlo”. La honestidad del comportamiento del padre de Odegaard, que debería ser norma, parece excepción en este escándalo que está destapando Football Leaks.