El Bayern de Múnich de Pep Guardiola volvió a tropezar en el estreno oficial de la temporada por tercer año consecutivo al perder este sábado en la final de la Supercopa alemana ante el Wolfsburgo (1-1(5-4), un duelo que se decidió en la tanda de penaltis con Bendtner como doble héroe ante su público en el Volkswagen Arena.
El técnico español arrancó de la misma manera que las dos temporadas anteriores. La Supercopa se le resistió una vez más al Bayern que dirige Guardiola como le ocurriese los dos años anteriores ante el Borussia Dortmund. Los de Múnich recibieron excesivo castigo con el tanto del danés en el minuto 89, después de una floja segunda mitad de los 'lobos'.
El campeón de la Bundesliga, que abrirá la competición doméstica dentro de dos semanas, ofreció las dudas y el juego irregular de esta pretemporada, pero fue superior. No en la primera mitad, donde el Wolfsburgo se destapó tras el fuerte inicio rival de la mano de un gran De Bruyne. Tras el paso por los vestuarios, Robben puso por delante a los bávaros, pero no lograron reflejar la superioridad en el marcador sucumbiendo en los instantes finales.
Con Xabi Alonso y Thiago Alcántara en el once inicial, el Bayern fue de más a menos en los primeros 45 minutos. El estreno prometedor de Douglas Costa fue lo más destacado de ese inicio. El brasileño llevó mucho peligro aunque fue Boateng el que tuvo la más clara, estrellando el balón en el larguero tras un saque de esquina que no acertó a rematar en primera instancia el mayor de los Alcántara.
Vieirinha avisó poco después para los 'lobos' pero fue con la aparición de De Bruyne cuando el Wolfsburgo comenzó a hacerse con el encuentro. El Bayern sufrió y echó de menos a hombres clave, como unos Lewandowski y Robben que apenas aparecieron. El propio De Bruyne la tuvo bien clara antes del descanso en una salida en falso de Neuer.
Los de Guardiola salieron mejor, en un inicio en general más frío que en la primera mitad. Así, con poco, en otra llegada por banda izquierda Douglas y una mala recepción del portero belga Casteels, Robben apareció en el área pequeña para poner por delante al Bayern. Los de Pep pasaron a neutralizar a De Bruyne, desparecido, y se reforzaron en el centro del campo ante el intento a la desesperada de los de Dieter Hecking.
Fue entonces cuando se produjo el debut del chileno Arturo Vidal. El ex de la Juventus apenas tuvo minutos y se convirtió en un testigo más del golpe del Wolfsburgo. No supo el Bayern cerrar el encuentro y en la primera llegada con peligro llegó el empate, ya en el 89'. Una contra perfecta, en tres pases, que desde la banda derecha el experto asistente De Bruyne sirvió a Bendtner.
Sin tiempo para más, el primer título en Alemania se decidió en la tanda de penaltis. Ahí, Vidal se estrenó como goleador, pero Xabi Alonso falló su lanzamiento y el propio Bendtner se encargó de marcar, como hicieron sus otros cuatro compañeros, el decisivo penalti que proclamó campeón a un Wolfsburgo que avisa ya de sus ganas de nuevo de dar guerra al Bayern.