El Girona está siendo la mejor noticia para LaLiga en el primer tercio de la temporada 2023/2024. El equipo dirigido por Míchel marcha líder de la máxima competición doméstica, y lo hace por méritos propios, desplegando un juego ofensivo de tal nivel que ha despertado del letargo a un campeonato, el español, que lleva años sumiendo en el tedio más absoluto.
No es novedad decir que LaLiga es un producto en clara decadencia, basta con echar un vistazo a las audiencias semanales y comparar las fuentes de ingresos con otras competiciones europeas, sin tener que poner de ejemplo la siempre pontificada Premier League. Partidos eternos, con múltiples parones, planteamientos rácanos y un arbitraje (y videoarbitraje) tan infame que tiene quemados a veteranos y noveles, sin importar presupuesto o posición en la tabla.
En mitad de ese desierto, apareció el Girona. El club gerundense ha pasado, en apenas año y medio, de ascender a Primera División por segunda vez en sus 93 años de historia a liderar la tabla con 12 jornadas disputadas.
Gran parte de la culpa la tiene Míchel, que cogió un equipo acomplejado, incapaz de rubricar sus grandes campañas en Segunda con el ansiado ascenso, y lo ha convertido en un conjunto con firma de autor, que trata de desplegar en cada campo de España su fútbol ofensivo y sin ambages. Sin embargo, la sombra del City empaña la dimensión de sus gestas.
En agosto de 2017, consumado el primer ascenso a la máxima categoría del fútbol español, el conglomerado City Football Group, dueño del conjunto citizen, se hizo con un 44,3% de las acciones del club. Esta adquisición supuso un vuelco de 180 grados a nivel económico y deportivo. En lo netamente pecuniario, es evidente que la fortaleza de un grupo inversor como el City asegura la estabilidad económica del club por muchos años.
Modus operandi del City Football Group
En la parcela deportiva también se ha visto beneficiado el Girona, pero ¿cómo lo hace para beneficiarse de pertenecer a este conglomerado? Muy fácil, mediante cesiones. El mejor ejemplo de este trato de favor es Savinho. El joven futbolista brasileño está siendo una de las sensaciones de la temporada en el conjunto de Míchel. Fichado a razón de 6,5 millones de euros por el City Football Group, estos lo colocaron en el Troyes. Tras no cuajar buenas actuaciones en el equipo francés, fue cedido al PSV, donde tampoco tuvo suerte.
Su reválida llegó en el Mundial sub-20, donde su notable desempeño llamó la atención de Quique Cárcel, director deportivo del Girona. Dicho y hecho, el City Football Group se lo cedió. En otras circunstancias, se antojaba difícil que un club modesto como el catalán entrase en la puja de un talento emergente como este, y mucho menos arrebatárselo.
Bajo este modus operandi aterrizó también en el Girona Yangel Herrera. El venezolano, fichado en 2017 por el Manchester City, acabó cedido y vendido al Girona tras varias cesiones sin éxito. No es justo ni injusto, son sus circunstancias, pero no está de más recordar que el resto de equipos modestos de LaLiga no pueden acceder a este tipo de cesiones o tratos especiales. También cuentan con acceso a una base de datos y de análisis de primer nivel del grupo City que otros clubes ni sueñan, lo cual facilita acertar en las decisiones.
Lo cual no quita un solo ápice de mérito al enorme trabajo que se está llevando a cabo en la dirección deportiva del club, que ficha con cierto para suplir las bajas y se adapta a los cambios, véase el caso de Aleix García, que ha cogido los galones que dejó la salida de Oriol Romeu y está dejando su sello cada fin de semana en los campos de LaLiga. Una mimetización con el entorno del City que ha llevado a detalles como el rediseño del escudo o hacer parte de las pretemporadas cada año en Mánchester, en la fabulosa ciudad deportiva del City.
Un Girona... ¿De Champions?
Si bien parece una tarea hercúlea que el Girona pueda emular la gesta conseguida por el Leicester en la Premier en 2016, se antoja asequible que el cuadro de Míchel acabe entre los cuatro primeros clasificados, lo que le otorgaría una plaza en la Champions League, hito sin igual en los libros de historia gerundenses. No solo por el prestigio que supondría, sino por la inyección de dinero que otorga la UEFA a los clubes participantes.
Pero, ¿podrá jugar la Champions League? Cabe recordar que el City Football Group ya tiene un club con plaza asegurada en la UCL con el Manchester City.
Buceando en la norma de multipropiedad de clubes de la UEFA, en su artículo 5, el máximo organismo futbolístico continental dice lo siguiente: "Ningún club que participe en una competición de clubes de la UEFA puede, ya sea directa o indirectamente: pedir o negociar valores o acciones de cualquier otro club que participe en una competición de clubes de la UEFA, ser miembro de cualquier otro club que participe en una Competición de clubes de la UEFA, participar en cualquier formado en la gestión, administración y/o actividades deportivas de cualquier otro club que participa en una competición de clubes de la UEFA, o tener cualquier poder en la gestión, administración y/o actividades deportivas de cualquier otro club que participa en una competición de la UEFA".
Aunque el grupo posee un 44,3% del Girona, sin llegar a tener la mayoría, el caso parece tener más sombras que luces para el club. La Cámara Primera del Control Financiero de Clubes de la UEFA abrió en el pasado procedimientos contra clubes en una situación similar a la del Girona y City por conflicto de intereses.
El más sonado fue el del AC Milan y Toulouse. El equipo galo y el italiano, pertenecientes a la misma entidad, entraron en problemas al conquistar el Toulouse la copa francesa, lo que le dio billete a jugar la UEFA Europa League. Teniendo el AC Milan plaza en Champions, ¿era lícito?
La UEFA falló a favor del Toulouse, que disputa la segunda competición en el grupo E, junto a Liverpool, LASK y Union SG. ¿Tendrá el City la misma sentencia favorable si acaba entre los cuatro primeros?