Se fue el Rayo Vallecano a Segunda División y lo hizo con un once con significativas modificaciones respecto al once que saltó al césped de Anoeta la semana pasada, en la que Paco Jémez dio por descendido al equipo. Después del altercado ocurrido en el vestuario del estadio donostiarra, Paco decidió dejar en el banquillo a algunos jugadores señalados por ese incidente como Miku o Bebé, además de Crespo, otro de los sustituidos en San Sebastián.
De hecho, en la llegada del equipo a Vallecas ayer, el delantero venezolano fue increpado por algunos rayistas por lo que pasó en San Sebastián. Uno de los pesos pesados de la plantilla increpó a otros jugadores por su evidente falta de intensidad en el partido ante los donostiarras. Días después de esa derrota la Liga de Fútbol Profesional iniciaba una investigación por irregularidades en las apuestas. Al día siguiente la plantilla del Rayo se presentó ante la prensa acompañada de su entrenador Paco Jémez y del presidente Raúl Martín Presa para negar cualquier sospecha de amaño en el partido de Donosti.
Lo cierto es que ayer Jémez decidió dejar en el banquillo tanto a Miku como a Bebé, apostando por otros jugadores cuyo compromiso no se cuestiona como Embarba, Javi Guerra o Pablo Hernández. En la segunda parte salieron los dos y el venezolano anotó el último gol del Rayo en Primera esta temporada en la que el Rayo se despide de Primera salpicado por lo ocurrido en San Sebsatián.
No fue la única suspicacia en esta última jornada. Rayo y Getafe ya se barruntaban, después de las palabras de Marcelino advirtiendo que quería que se salvase el Sporting, que el técnico asturiano no pondría su once de gala en El Molinón. Y así fue, alineando un once con jugadores poco habituales como Bonera, Rukavina, Nahuel o Leo Baptistao. Una decisión muy criticada por los equipos madrileños. Así Juan Eduardo Esnáider advirtió tras concretarse el descenso del Getafe: "Estará contento Marcelino”. La mujer de Marcelino no escondió su alegría y dejó en las redes un mensaje muy significativo.
El Getafe, por su parte, se marcha a Segunda lastrado por su pésima temporada y por su derrota en el Villamarín ante un Betis que no escondió su intención de ayudar al Sporting a quedarse en Primera. La suerte está echada. Y parece que la de Bebé o Miku no está ligada al futuro del Rayo Vallecano.