El Real Madrid se clasificó este martes con agonía para las semifinales de la Liga de Campeones 2021-2022 tras caer en el Santiago Bernabéu por 2-3 ante un gran Chelsea inglés, que le obligó a jugar 120 minutos y que llegó a tener el billete en su mano.
El conjunto madridista vivió una vuelta muy sufrida por culpa de un enorme y valiente campeón, que no quiso dejar su trono sin plantar cara en el feudo de Concha Espina que por momentos presenció una exhibición de fuerza de los de Thomas Tuchel, cuya pizarra funcionó a la perfección.
De hecho, en el minuto 79 ganaba por 0-3, pero entonces un chispazo de calidad de Modric culminado por Rodrygo permitió a los de Carlo Ancelotti llegar a una prórroga donde encontró la energía y a otro cabezazo de Benzema para sellar el pase a su trigesimoprimera semifinal de la máxima competición continental, no sin acabar encerrado y sufriendo.
Si alguien esperaba una noche tranquila por el 1-3 de Londres, el actual campeón dejó pronto claro que no iba a ser así y que su trono no lo iba a abandonar tan fácilmente. Tuchel apostó por un 4-3-3, con Werner acompañando a Havertz y Mount, el físico de Kovacic y Loftus-Cheek junto al de Kanté, y mucho riesgo en su presión arriba con la que asfixió a un rival errático.
El balón siempre merodeó mucho más el terreno de juego del equipo de Carlo Ancelotti, al que le costó encontrar el camino hacia la portería de Mendy pese a las espacios que dejaban los 'blues'. Benzema avisó con una falta cercana por encima del larguero, pero las amenazas fueron mayores siempre del bando visitante que encontró el gol que necesitaba muy pronto. Mount encontró hueco entre los centrales y batió a Courtois para llevar el nerviosismo antes del cuarto de hora.
El 0-1 dio fe y asentó aún más a un Chelsea que no quiso esperar a buscar la igualada en la eliminatoria ni ahorrar un gramo de esfuerzo. Casemiro, Modric, Kroos y Valverde no lograban controlar el partido y tampoco había sensación de peligro pese a que Vinicius desperdició un par de acciones donde podía haber hecho más daño. Lo mejor fue llegar al descanso sin más turbulencias pese al sometimiento del actual campeón.
El Chelsea consiguió forzar una prórroga
Sin embargo, Ancelotti no dio con la tecla y el partido siguió siendo del Chelsea, incansable en su valiente apuesta y que atenazó al 13 veces campeón de Europa, aún más cuando al poco de iniciarse la segunda parte Rudiger igualaba la eliminatoria a la salida de un saque de esquina.
El 0-2 espabiló algo a un Real Madrid que tuvo sus dos primeras buenas opciones del duelo, con Benzema, lejos de su mejor versión, no acertando dentro del área y con Edouard Mendy metiendo una buena estirada a una falta lanzada por Kroos. Sin embargo, no pudo darle continuidad por el empeño de su rival, lanzado por un mediocampo férreo que devoró al madridista.
El panorama empeoró con el amago de 0-3 de Marcos Alonso, anulado por el VAR por tocar el balón en su mano antes de su golpeo a la escuadra. Benzema pudo dar aire, pero su cabezazo se fue al larguero y con el partido un tanto descontrolado, una gran maniobra de Werner sí puso el billete en las manos del campeón a falta de algo más de un cuarto de hora.
Courtois dio una vida extra entonces a los madridistas con una buena mano a un cabezazo de Havertz tras un balón parado que hizo mucho daño esta noche y casi a renglón seguido, una buena recuperación de Alaba, permitió una recuperación y un gran envío con el exterior de Modric para que Rodrygo, que acababa de entrar tras el 0-3, igualase de nuevo las cosas. El tramo final hasta la prórroga fue de más sufrimiento para los locales, con Nacho lesionado y Carvajal jugando de central, y con Pulisic metiendo más miedo en dos acciones.
El tiempo extra ya le empezó a pesar a los de Tuchel. Más cuando Benzema firmó su cuarto gol de cabeza de la eliminatoria tras un buen robo de un Camavinga que aportó su frescura y un buen centro de Vinicius, para que el billete fuese de nuevo madridistas. El equipo local cogió oxígeno y por fin se sintió algo más 'cómodo' en el duelo.
El campeón seguía en pie y metió piernas nuevas con Saúl Ñíguez y Jorginho para intentar volver a imponer su ritmo para la segunda parte de la prórroga. El Chelsea murió de pie, con Ziyech, Havertz y Jorginho gozando de tres buenas ocasiones para haber encontrado al menos la recompensa de los penaltis a su valentía.