Los despachos del Real Madrid vuelven a la carga. Más habituados a utilizar a voceros mediáticos como fuerza de choque para mantenerse en la sombra, en la zona noble del Bernabéu han perdido, según informa José Félix Díaz en el diario Marca, la paciencia con las retransmisiones que produce La Liga. Y piensan actuar con firma y membrete del club, sin intermediarios.
Tras el choque en Villarreal, los merengues van a elevar una protesta oficial al organismo que preside Javier Tebas ante lo que considera, según fuentes cercanas al club, "un atropello a sus intereses y a los de sus aficionados".
Florentino Pérez va a fundamentar su queja en la ausencia, sangrante bajo su prisma, de repeticiones en jugadas clave para los intereses blancos tanto en el duelo del Estadio de la Cerámica como en el del pasado Clásico, disputado en el Camp Nou. Y, siempre según el club de Concha Espina, en perjuicio del mismo bando.
Una manía persecutoria que ya había asomado en contenidos con el sello del club, como el programa '90 Minuti', pero que ahora da un paso más en su virulencia. El Real Madrid, cegado por el supuesto "todos contra mí", pasa al ataque.
