El desembarco de Jose Mourinho en el Manchester United se da por hecho en la Premier. No será hasta el mes de junio, cuando Louis van Gaal le ceda su puesto. Pero antes de que eso ocurra, el portugués trabajará en la confección de la plantilla que trabajará a sus órdenes de cara a la temporada 2016-17 y a las dos siguientes, duración del contrato que el United le habría puesto encima de la mesa. Mourinho recibirá 20 millones de euros por cada una de las tres temporada que firmará como entrenador del equipo de Old Trafford.
La prensa inglesa ha deslizado que entre los objetivos de Mourinho para reforzar el equipo se encuentran varios jugadores del Real Madrid. Concretamente Gareth Bale, Raphael Varane y el croata Luka Modric. Tres futbolistas indiscutibles para Zinedine Zidane que difícilmente serán liberados por el club blanco, especialmente si se tiene en cuenta que después del mercado de verano (con la cautelar), estarán dos periodos de fichajes sin poder cerrar contataciones por sanción de la FIFA. El galés es un viejo anhelo del club inglés, que ve en él al hombre que podría cubrir el hueco que dejó hace ya seis temporadas Cristiano Ronaldo, y que nadie ha cubierto. varane es un jugador cotizadísimo en la Premier por el que ya se han recibido en el Bernabéu, aunque ha sido declarado intransferible.
Luka Modric, por su parte, es un jugador que Mourinho ha priorizado en su lista de refuerzos. El portugués quiere jugadores con capacidad defensiva en la medular y Modric le da trabajo y mucho juego. Por contra, en la lista de bajas que manejan los medios ingleses destaca la supuesta presencia de Juan Mata, un jugador que no es del corte de los preferidos por The Special One, y la del belga Marouane Fellaini. Para llevar a cabo está reconstrucción, y tratar de convencer a los madridistas, Mourinho contará con 300 millones de euros. En el Santiago Bernabéu se temen el desembarco de Mou, pero no precisamente para reconducir la nave blanca, si no para bombardear su línea de flotación.
