Rafael Nadal, flamante campeón del Barcelona Open Banc Sabadell-Trofeo Conde de Godó 2017 tras vencer al austríaco Dominic Thiem (6-4 y 6-1), ha asegurado que las sensaciones que tiene tras conseguir su décimo título en la capital catalana son "difíciles de describir".
"Ganar diez veces es difícil. Esto es la suma del trabajo diario, un poco de suerte y otros aspectos", ha explicado en rueda de prensa después del partido. Nadal ha remarcado la importancia de plasmar con un triunfo el gran nivel de juego que está mostrando esta temporada: "Me he sentido bien, pero conseguirlo es otra cosa".
El tenista español ha explicado por qué no se queda con ninguna de sus diez victorias en Barcelona en particular: "Siempre que gano he pensado que tal vez sea la última. La lógica dice que cada vez hay menos opciones, pero eso no quita que todas hayan tenido un valor importante".
El número 5 del ránking ATP tampoco pone nota a sus últimas dos semanas, pues la anterior también se adjudicó por décima vez el Masters 1.000 de Montecarlo. "Con lo que estoy más contento es con la victoria. A estas alturas de mi carrera, lo que quedan son los triunfos e hitos especiales como conseguir un torneo diez veces", ha apuntado.
Nadal ha destacado que hoy ha vencido a un rival de "máximo nivel" y que aspira a ganar "todos los torneos en tierra batida", como el austríaco. "Thiem -de 23 años- es ya muy bueno y lleva buena dinámica para volver a acabar el año entre los ocho mejores", ha asegurado.
De su partido se queda con su "concentración" en el servicio, ya que no ha sufrido ninguna rotura en toda la semana. "He sufrido muy poco sacando", ha destacado.
A pesar de la potencia de golpeo de Thiem, tanto de derecha como de revés, el español no cree que el físico haya sido clave para conseguir el título: "Todos pegan fuerte a la pelota. Al final, lo que te hace ganar es el tenis". Nadal, que es el único que ha conseguido diez victorias en un mismo torneo en la 'era Open' no ha cerrado la puerta a que alguien pueda repetir su récord en el futuro: "Si lo he conseguido yo, alguien lo podrá igualar", ha advertido.
Tras repetir triunfo por décima vez en Montecarlo y Barcelona en semanas consecutivas, Nadal se ha mostrado "con mucha confianza" y no se pone límites: "Siempre se puede mejorar en algún aspecto. Es mi ilusión diaria".
Sin embargo, el tenista español hará ahora una pequeña pausa en su actividad antes de encarar los torneos de Madrid y Roma, previa a Roland Garros, que empieza en poco más de un mes. "Mañana y pasado me iré al mar y desconectaré. Ahora toca estar tranquilo y disfrutar del momento", ha explicado.
Aunque Madrid llegará en un buen momento de forma, Nadal ha advertido del peligro de confiarse, ya que el año pasado sufrió una lesión en la muñeca: "Iré con la tranquilidad y humildad de saber que me va bien, pero sabiendo que todo se puede torcer rápidamente. Esto es parte del deporte y de su grandeza".
Si quiere estar entre los cuatro mejores tenistas del planeta, el balear asegura que tiene que ganar en Madrid o en Roma, aunque no cree que sea imprescindible para ganar de nuevo en París. "Para ganar Roland Garros no necesito estar entre los cuatro primeros, sino jugar a mi máximo nivel independientemente del número", ha destacado.