Nico Rosberg afronta su segunda bola de partido para ganar campeonato mundial de Fórmula 1, aunque la primera con opciones serias de conseguirlo. Al piloto alemán le bastaría con ganar el Gran Premio de Brasil para embolsarse su ansiado primer título de campeón del mundo y poder emular a su padre, el mítico Keke Rosberg. Si no ganase, hasta ser sexto podría valerle a Rosberg, siempre que Hamilton sume seis puntos menos, pero parece improbable que si el Mercedes acaba lo haga en posiciones tan retrasadas.
En cualquier caso, el líder del Mundial seguirá con su plan conservador, especialmente en un Gran Premio que suele estar pasado por agua y para el que las previsiones auguran lluvias intermitentes y aisladas durante todo el fin de semana. Recordemos que con un segundo puesto y un tercero en las dos carreras que quedan a Rosberg le bastaría para ser campeón, por lo que no forzará más de la cuenta para conseguirlo en Interlagos, y lo normal sería llegar a Abu Dabi con el Mundial en juego.
El mercado, a punto de cerrarse
A la vez que se acaba el Mundial también va cerrándose el otro gran acontecimiento de los últimos meses, el mercado de fichajes. Con las confirmaciones de Jolyon Palmer en Renault y Esteban Ocon en Force India, únicamente quedan libres las plazas de los equipos Sauber y Manor, ya que el segundo asiento de Haas será ocupado con casi total seguridad por el danés Kevin Magnussen.
Si no hay sorpresa, en la próxima temporada volverá a haber dos españoles en la parrilla. El primero de ellos Fernando Alonso en McLaren Honda, buscando por fin su tercer campeonato, y el segundo Carlos Sainz en Toro Rosso, tratando de consolidarse. No sería impensable que Roberto Merhi pudiese aspirar al segundo asiento de Manor, equipo con el que corre actualmente en resistencia, pero parece muy difícil ante los buenos postores que pujarán por ese volante.
