Un aficionado sueco de 44 años murió este domingo a consecuencia de las heridas que sufrió en una pelea previa a un partido entre el Helsingborg y el Djurgarden, motivo por el que terminó suspendiéndose el encuentro poco antes del descanso.
Según medios locales, que citan fuentes policiales, el hincha del Djurgarden recibió el impacto de un proyectil en la cabeza y murió después de ser trasladado a un centro médico.
El encuentro -de la primera jornada del campeonato sueco- quedó suspendido en el minuto 41 de la primera parte, cuando los dos equipos empataban a un tanto, porque la noticia de la muerte del aficionado se fue extendiendo y los hinchas del Djurgarden saltaron al campo mientras gritaban "¡asesinos, asesinos!".
El árbitro, Martin Hansson, paró el partido, mandó al vestuario a los jugadores y abandonó el terreno de juego al rato, al ver que grupos de aficionados del equipo de la víctima querían venganza.
"Es un día negro. Es terriblemente trágico para la familia de esta persona, para el fútbol y para toda la comunidad", aseguró el director deportivo del Helsingborg, Jesper Jansson.