Más de dos horas antes del clásico del sábado pasado, el once del Real Madrid fue filtrado a la prensa. La titularidad de Gareth Bale, la presencia de Cristiano Ronaldo en punta y, sobre todo, la novedosa posición de Sergio Ramos en el centro del campo, de "medio retrasado", como puntualizó el sevillano en su cuenta de Twitter, un tuit que luego tuvo que borrar. Hubo quien dudó si en realidad sería Pepe quien adelantaría su posición, pero la opción de Ramos pronto quedó clara.
A la espera de la confirmación oficial, la filtración sobre el once que iba a sacar Carlo Ancelotti tenía tantos visos de ser cierta que hasta el Tata Martina la utilizó para introducir algunos retoques en su planteamiento, tal y como el propio técnico del Barça confesó al término del partido: "Cuando conocimos la alineación del Real Madrid y ya se hablaba de la posibilidad de que Pepe o Ramos jugaran por dentro, intuíamos que podía haber mucha gente en ese sector y queríamos jugar uno contra uno, Leo en la derecha y Neymar en la izquierda".
Parece que evidente, tal y como algunos aficionados denunciaron en las redes sociales, que la filtración del once del Real Madrid benefició al Barcelona, pues antes de empezar el partido Martino pudo buscar el antídoto al planteamiento conservador de Ancelotti. Y, claro, puestos a buscar al posible filtrador, el primer nombre que salió fue el de Iker Casillas, suplente una vez más en Liga y conocido como el Topo o Topor. Prueba de ello es que el hashtag #CasillasVeteYaFiltrador volvió a ser Trending Topic en Twitter.
Cabe recordar que Iker ya fue acusado de filtrar el once del Madrid ante el Barça, cuando Mourinho aún dirigía al conjunto blanco. Lo hizo, según se informó en varios medios, en un mensaje a un amigo, en el que añadió la coletilla "a rezar". Un once que rápidamente llegó a la prensa, aunque entonces no tuvo mayores consecuencias.
Esta vez no está claro quién fue el filtrador del once de Ancelotti en el Camp Nou, pero después de escuchar a Martino lo que nadie puede discutir es que perjudicó al técnico italiano. Si su planteamiento con Sergio Ramos en el centro del campo ya se antojaba una concesión al Barça, lo fue aún más al conocer con tanto tiempo de antelación.