Sucedió el pasado domingo, 5 de enero. En la víspera del día de Reyes.
María Corina Machado, la voz de la libertad en Venezuela, aguarda su momento. Está en paradero desconocido. Lleva así desde que Edmundo González venció a Nicolás Maduro en los comicios del pasado 28 de julio y el régimen chavista empapeló las calles con su cara y dos palabras: "Se busca". Media mañana. Vibra uno de los teléfonos de María Corina. Es Alberto Núñez Feijóo, que se pone en contacto con ella para trasladarle dos cosas: fuerza y ánimo. La líder opositora le responde con una petición muy simple: que haga todo lo que esté en su mano para mantener la tensión en España. Quiere que occidente despierte de una vez. Sabe que nuestro país es el puente entre Hispanoamérica y Europa.
María Corina quiere la mayor implicación posible, del pueblo español en general y del Partido Popular en particular, en la causa de la democracia en Venezuela. Así se lo traslada a Feijóo, según desvelan fuentes del equipo del presidente popular a Vozpópuli. En esos contactos, María Corina agradece a Feijóo el apoyo que ha brindado el PP a Edmundo González, con acciones como la del pasado mes de septiembre, cuando el Congreso de los Diputados, a petición del grupo popular, le reconoció como presidente de Venezuela.
María Corina reconoce a Feijóo que ahora llega lo más difícil: consumar la victoria de Edmundo, auparlo a la presidencia. El régimen ha recrudecido la represión. Teme por su vida y por la de todos los que no se han resignado a vivir subyugados. No lo oculta. Pero la fuerza de un pueblo que quiere romper con las cadenas de la dictadura es mayor que el miedo que siente a escasos días de la investidura. Por eso, anima al presidente del PP a seguir sumando esfuerzos desde el otro lado del charco.
La detención de María Corina
Jueves 9 de enero. A escasas horas de la investidura en Caracas, precisamente cuando Feijóo, junto a los principales rostros de su partido, Isabel Díaz Ayuso, José María Aznar y Mariano Rajoy, se manifestaban en la Puerta del Sol junto a miles de personas para pedir la libertad del pueblo venezolano, llegó la noticia de la detención de María Corina Machado, a punta de pistola. El Comando Venezuela informó que tras ser "forzada a grabar varios vídeos" fue liberada.
A la espera de lo que sucede con una toma de posesión incierta, el PP ha decidido centrar buena parte de su estrategia política en Venezuela, erigiéndose como el principal valedor de la oposición al chavismo en España, en contraste con José Luis Rodríguez Zapatero que, denuncian en Génova, "se ha convertido en el principal enlace entre occidente y una dictadura". Para la dirección popular, el Gobierno no ha jugado sus cartas en Europa para forzar la caída del régimen de Maduro. "Si Feijóo fuera presidente haría campaña para reconocer a Edmundo González". Pedro Sánchez ha eludido reconocer su victoria. Tampoco la de Maduro.
La tesis del PP es que "una labor activa de España con todos los países de la Unión Europea" hubiera sido determinante a la hora de implicar a la propia Comisión Europea en una respuesta contundente, como imponer sanciones severas a Venezuela, hasta propiciar la marcha del dictador. "A nivel ejecutivo, el Gobierno podría conseguir que primeros ministros y gobiernos europeos se sumaran a la causa y esto no ha pasado", lamentan en la cúpula popular.
En la concentración de anoche, Feijóo interpeló a Sánchez: "El verdadero compromiso con la democracia se demuestra frente a los dictadores vivos". En una arenga ante miles de venezolanos exiliados en Madrid, tachó de "deplorable" que Zapatero siga defendiendo a Maduro y criticó la equidistancia del Gobierno de Sánchez. "España es una nación aliada con los demócratas, no con los tiranos". El presidente popular aseguró que cualquier escenario que no sea la investidura de Edmundo González será considerado un golpe de Estado y concluyó: "Ha llegado la hora de la liberación de Venezuela".
