La República Checa y España acabaron la primera jornada de la final número cien de la Copa Davis, que se disputa en el O2 de Praga, con empate de 1-1, gracias a las victorias de David Ferrer y Tomas Berdych. David Ferrer se impuso a Radek Stepanek, por 6-3, 6-4 y 6-4, en dos horas y 58 minutos, mientras que Berdych se deshizo de Nicolás Almagro, por 6-3, 3-6, 6-3, 6-7 (5) y 6-3 en un maratón de tres horas y 58 minutos.
Este sábado (14:00 horas) será la hora de Marc López y Marc Granollers, campeones del Masters de dobles, luchen contra la pareja que finalmente decida el capitán Jaroslav Navratil. En principio la designada fue Ivo Minar-Lukas Rosol, pero es más que seguro que sean Stepanek y Berdych, los que salten a la pista.
En su cuarta final de la Copa Davis, Ferrer, cinco del mundo, jugó como "una máquina", como dijo después Stepanek, para sumar la séptima victoria ante el checo en diez duelos, la segunda este año después de la lograda en Madrid sobre tierra. Con la victoria de este viernes, la 75 de la temporada, igualó al serbio Novak Djokovic. En Copa Davis, Ferrer tiene ahora un balance de 22 triunfos por solo cuatro derrotas.
Ante la seguridad y calma del español, Stepanek tuvo que jugárselo todo en la red, un territorio que domina a la perfección pero ahí apareció el mejor pasador del circuito, Ferrer, para "retratarle" continuamente y dejarle sin su mejor arma.
Frustrado por su deficiente saque, Stepanek acabó desesperado, quejándose de la presión de las bolas para despistar, y con un total de 46 errores no forzados, y afirmando después: "Ferrer, desde el fondo es una máquina", un calificativo muy apropiado respecto al español, que lleva ganados 14 de los últimos 15 partidos.
Luego Berdych manejó un partido muy a su gusto. Almagro perdió el primer set tras ceder su servicio en el sexto juego de esta manga, pero en el segundo parcial se pudo ver al mejor "Nico", el mismo que logró derrotar a Berdych en los octavos de final de Indian Wells este año, certero con sus golpes cruzados y demoledor con el servicio, con un 83 por ciento de efectividad en este parcial.
El portugués Carlos Ramos, juez de silla, tuvo que llamar la atención a los aficionados, que en este partido sí llenaron las 13.800 localidades del estadio. Almagro entregó su saque precisamente con una doble falta en el segundo juego, ventaja suficiente para que el número uno checo se hiciera con el tercer parcial.
Berdych apretó después para romper de inicio en el cuarto set, y se anotó los dos primeros juegos en blanco. Pero el jugador murciano no estaba dispuesto a dejarse llevar, y quebró en el quinto juego con un precioso revés cruzado para igualar 3-3. La tensión entre ambos quedó manifiesta cuando en uno de los cambios de pista (5-4), ninguno de los dos quería ceder el paso al otro, aunque al final fue Berdych el que se apartó del camino.
La intriga se mantuvo en el desempate, en el que Almagro se adelantó 5-0 y luego 6-3, y cuando el checo más apretaba, llegó por fin el decimocuarto saque directo de "Nico" (hizo 21 en total) para cerrar este miniparcial.
El último set fue una ruleta rusa, con tres roturas, y el público molestando notoriamente al español. Berdych logró la última (5-3) cuando Nico luchaba por mantenerse en el encuentro, a pesar de unos problemas en el cuádriceps derecho y después cerró el encuentro, tras casi cuatro horas de lucha.