Hay dos formas de contar lo sucedido en la sesión matinal de la sexta jornada de entrenamientos de pretemporada del Mundial 2017 de Fórmula 1. La más sencilla y rápida, mediante un tuit y la imagen que lo ilustra. Este:
Se termina la mañana para McLaren. Vuelven a desmontar el coche.#TestF1 pic.twitter.com/BjYQRJqa37
— ???? ?????́ (@piusgasso) March 8, 2017
La otra es algo más prolija, pero permite ahondar en la preocupante situación que vive McLaren Honda, la escudería de Fernando Alonso.
El piloto español ha vuelto a sufrir este miércoles las consecuencias de un coche que no carbura. Es el que menos vueltas, 27, ha dado al circuito de Montmeló, y el que peor tiempo ha marcado, 1'23"041, a casi 4 segundos del más rápido, Bottas (Mercedes, 1'19"310).
Aunque los máximos responsables de McLaren y de Honda no se callan y emiten a diario todo tipo de mensajes a modo de cortinas de humo, la realidad hasta ahora es tozuda y única: el nuevo bólido, de nombre MCL32, es un desastre.
En el paddock y en la sala de prensa casi nadie se fía ya de las informaciones oficiales que les llegan desde el equipo anglo-nipón.
Prefieren quedarse con lo que ven sus ojos -las horas extraoridnarias que echan en el box inglés- y con lo que escuchan su oídos: "el motor suena como si hubiera mil enanitos dentro golpeando todas las piezas... como un coche a medio hacer, casi en ruinas", escribe Manuel Franco en el diario As.
Y mientras tanto, mañana, tarde y noche, los mecánicos de McLaren montando y desmontando a destajo el armatoste naranja.